Temas de documentación on-line

•octubre 25, 2008 • Deja un comentario


1. Museos on-line. Exposiciones multimedia de diáspora japonesa

http://www.discovernikkei.org/en/
http://www.janm.org/

NIERGA ADROHER, Eduard,
IGLESIAS JODAR, Olga,
MUÑOZ BRUNET, Maria Victoria,
KOHATSU KAWASHITA, Gisele

2. Museos on-line. Exposiciones multimedia de diáspora china

http://www.ccnc.ca/toronto/history/index.html
http://www.chinesemuseum.com.au/about.html

PEDRERO MARTIN PORTUGUES, Felipe
PEREZ RODRIGUEZ, Esther
SANCHEZ FERNANDEZ, Laura
SANCHEZ PLANAS, Sergi

3. Museos on-line. Exposiciones multimedia de diáspora coreana

http://www.kamuseum.org/
http://arirangeducation.com/main/

GIMENO GUILLEN,Marta,
DIAZ ESCOBAR, Marta

4. Chinatown

http://chinatown.mala.bc.ca/introduction.asp
http://www.huaren.org

ANDUJAR , Yanina Anahí,
PLANAS PENADES, Ricard,
GUIJO HERNÁNDEZ, Darío

5. Coreanos en Japón

http://www.han.org/a/indexe.html

TARATIEL FABRA, David,
COLL ZAPATA, Alba,
GOMA GARCIA, Victor Andreu

6. Nikkei en Japón

http://camel2.conncoll.edu/academics/departments/transnat/

HERNANDEZ GARCIA, Diana,
RODRIGUEZ ROA, Sandra

7. Blogs Tusan

http://foktou.com/eugenia/
http://blogs.elcomercio.com.pe/unachinasinmurallas/

MARTINEZ GARCIA, Nadia
NAVARRO PEREZ, Magdalena
PARRA MATA, Amparo

8. Chinos en España y en Catalunya

http://lamiradaoblicua.bitako.com/
http://www.xinafest.com/sobrexinafest.htm

SANCHEZ GARCÍA, Mariano,
CARRILLO AMENGUAL, Marina
NOGUER CASALS, Assumpcio

Fecha de exposición en clase:

17 de diciembre y 19 de diciembre

Características del trabajo:

1. Se trata de realizar un trabajo de documentación on-line que se reflejará en la entrada a un blog que tenéis que redactar contextualizando y describiendo todo lo que incluyáis en el mismo. Se puede seguir el modelo del blog Karamade como punto de referencia. Aquí tenéis un ejemplo:

karamade

2. La entrada al blog debe de aparecer en el mismo antes de la fecha de su exposición en clase.

3. Vuestro compañero Mariano Sánchez García se encargará de poner en marcha el blog, pero es responsabilidad de cada grupo realizar su entrada e incluirla en el mismo.

El idioma como barrera y elemento de integración en los inmigrantes chinos y sus descendientes

•diciembre 24, 2018 • Deja un comentario

Hyeonju Lee

Paussin Wu Liu

 

Al hablar sobre primeras o segundas generaciones, realmente solo las primeras son migrantes propiamente dichos. Los de segunda o tercera generación no son en realidad inmigrantes pues nunca han venido de otro país. Es un calificativo que les viene dado por sus padres o abuelos, una herencia intangible, social y cultural. Podríamos relacionar su caso con el mito de la inmovilidad pues ellos pertenecen a dos sitios a la vez, a dos países sin haberse movido de ninguno.

Los llamados “segunda generación” encubre varias categorías: los hijos de migrantes nacidos en el lugar de destino, los nacidos en el país de origen pero socializados en el de acogida, llegados en la infancia o adolescencia. Creemos más acertado llamar a estas personas descendientes de inmigrantes que englobarlos dentro de una u otra generación de inmigrantes que realmente no son.

Las principales diferencias entre los inmigrantes chinos y sus descendientes radican en su proceso de integración en la sociedad de destino y uno de los mayores problemas a los que se enfrentan es la barrera idiomática, que es también la primera con la que se encuentran al llegar. Los descendientes, a su vez, se encuentran en una peculiar situación de convivencia entre el idioma familiar y el de la sociedad que les ha criado.

Dado que la primera generación de inmigrantes chinos llegó en una situación en la que no podían hablar español, tuvieron que mantenerse unidos y tenían poco uso del español. Pero hubo un problema al tratar de ampliar y diversificar el trabajo, así que solían estudiar español pero no tenían suficiente fluidez. Además, en comparación con los inmigrantes de otras nacionalidades, los chinos aprendían el español más mínimo. Esto se debe principalmente a que los migrantes vinieron exclusivamente para trabajar con el fin de no estudiar. Como vinieron a trabajar, pusieron más énfasis en los negocios que en el español, y agregaron estudios de español y otros estudios a sus hijos. Debido a la dificultad de la lengua, era difícil integrarse en la cultura española.

El idioma es la primera forma de integrarse en la cultura, es una de las barreras más importantes. Pero no hicieron más progreso en el idioma y por el contrario trataron de expandir sus negocios mezclándose con generaciones de inmigrantes como ellos. Así, las primeras generaciones de inmigrantes invirtieron mucho en la educación de sus hijos, para que no tuvieran las dificultades que ellos habían tenido. Por lo tanto, a diferencia de la primera generación, la segunda generación pudo hablar español con fluidez y obtener los mismos trabajos que los españoles. A la vez, los descendientes comenzaron a integrarse en la cultura y sociedad española por poder hablar español y vivían la cultura española de manera similar a los inmigrantes de otros países.

El idioma y su falta de fluidez es sin duda uno de los elementos claves para que se genere aislamiento y extrañamiento en el nuevo lugar de residencia. Los inmigrantes chinos son conscientes de que esta cuestión es uno de los principales obstáculos para integrarse en la nueva sociedad. Se podría pensar que su aprendizaje es una de las prioridades básicas para ellos pero hay varios factores que influirán en ello: las razones que empujaron su emigración (económica o personal), la edad y el trabajo que desempeñe en el país. Son los emigrantes económicos y que suelen incorporarse en pequeñas empresas regentadas por paisanos, amigos o familiares los que suelen presentar más dificultades para su aprendizaje, debido sobre todo a la falta de tiempo para poderlo estudiar de forma sistemática. Sin duda el idioma representa la mayor barrera a la que deben enfrentarse y la causa que tiene mayor peso a la hora de conseguir una mayor adaptación o por el contrario, profundizar el extrañamiento frente a la sociedad de acogida y lo que va a determinar en gran medida sus posibilidades de progresión y éxito económico.

Las primeras generaciones de inmigrantes no han podido aprender el idioma con fluidez porque tampoco era algo económicamente viable. Tener una educación lingüística les lleva tiempo y dinero. Además, la edad es una variable que influye en el aprendizaje del lenguaje. Debido a que son en su mayoría adultos, han sentido muchas dificultades para aprender un nuevo idioma y sobre todo falta de tiempo, tiempo que tenían que dedicar al trabajo. Entonces, hay situaciones donde los choques culturales ocurren en nuevas culturas. La segunda generación de inmigrantes, por otro lado, podía aprender español debido a la estabilidad financiera de sus padres y, debido al tiempo disponible y la socialización con los nativos y la educación en las escuelas españolas podían aprender el idioma de manera natural. Debido a que los descendientes se empezaron a integrar a edades muy tempranas o directamente nacieron en el país de destino el idioma se aprende de manera natural fuera del espacio familiar.

Sin embargo, existe un hecho bastante generalizado entre los inmigrantes que han llegado a España por razones económicas, que consiste en que si el hijo o la hija nace en España, en un período muy corto de tiempo se envía a China para dejarlo al cuidado de abuelos o familiares cercanos. Allí se quedará hasta que tenga una edad en la que requiera menos atención constante. De esta forma se aseguran una correcta crianza, e implícitamente, una socialización primaria en su idioma y sus valores. Por esta razón seguimos encontrando chinos muy jóvenes que siguen teniendo dificultades para expresarse con fluidez en español.

Observamos cómo, incluso aun habiendo llegado a España a una edad temprana, el idioma puede volverse una barrera infranqueable. Sólo con mucho tesón se puede superar y lograr una trayectoria académica reglada, que les permita incorporarse a sectores diferentes a los que tradicionalmente ocupan, como son la restauración o el comercio. No obstante, y pese a las dificultades con el idioma, estas segundas generaciones suelen contar con un importante apoyo de los padres para que continúen estudios, puesto que la educación y la formación son valores muy apreciados en la cultura china y en la tradición confuciana, y es considerado como la palanca más importante para la movilidad social ascendente, como queda reflejado en la frase de Confucio “Donde hay educación no hay distinción de clase”. (Lambea Ortega, 2015)

El idioma es por tanto para los de primera generación una de las grandes barreras que les dificultan interactuar con ciudadanos no chinos. Así, el intercambio de información con la población nativa suele limitarse a asuntos muy concretos, que no exige mucha pericia en el manejo del idioma. Este hecho impide la posibilidad de generar relaciones más intensas que permitan llegar a otros ámbitos que no sean los puramente comerciales o de rutina cotidiana de carácter muy básico. La realización de trámites administrativos, la asistencia al médico o cualquier otro tipo de situación, donde se requiera un manejo del idioma más elevado, es un problema que tienden a solventar o bien utilizando a parientes o amigos con más nivel de español, o bien con las ayudas que ponen a su disposición algunas asociaciones chinas, o con la utilización de niños o adolescentes que ya se han escolarizado en España y que les sirve como traductores improvisados. En cuanto a los trámites administrativos, ya existen muchas asesorías jurídicas regentadas por ciudadanos chinos que sirven de intermediarios.

La primera generación de inmigrantes era más activa económicamente porque tenían que establecer sus propias tiendas y administrar negocios ya que no había muchas otras oportunidades de empleo en España. Además, querían ser jefes en lugar de ser contratados para algún trabajo. Entonces, debido a que hay muy pocas metas para aprender el idioma, le dan más peso al negocio que al idioma y la integración. Sin embargo, la segunda generación de inmigrantes tiene oportunidades de buscar un trabajo de su gusto, fuera del negocio familiar, como abogado, profesor, arquitecto, etc. Además, la segunda generación de inmigrantes tenía más probabilidades de ser bilingüe, de modo que el intercambio entre España y China podría ampliarse a la vez que las oportunidades de trabajo incrementa con el dominio de varios idiomas.

La situación de la primera generación de inmigrantes y sus descendientes es muy diferente, y la vida de estos últimos podría cambiar de acuerdo con la situación económica de la primera generación de inmigrantes. El lenguaje es un medio para mostrar su cambio de vida, y al aprender y dominar el idioma, los descendientes de inmigrantes han demostrado estar más integrados en la cultura española que las primeras generaciones de inmigrantes. Los descendientes de inmigrantes aprendieron las culturas y el chino como el español y pudieron tener ambas perspectivas ya que aprender un idioma es experimentar la cultura del país de manera indirecta o directa.

 

Bibliografía

Matrimonis entre filipines i japonesos

•diciembre 21, 2018 • Deja un comentario

Identitat, resistència i assimilació

  1. Introducció

En aquest treball farem referència als matrimonis mixtes entre dones filipines i homes japonesos i als fills producte d’aquests. Analitzarem, també, els processos d’identitat, resistència i assimilació.

El que ens va motivar a escollir aquest tema va ser la curiositat que, després de llegir l’article Micro politics of Identity in a Multicultural Japan: The Use of Western Colonial Heritages among Japanese Filipino Children de Taichi Uchio, ens va suscitar el fet de l’ambivalència de la identitat dels fills de japonesos i filipines a l’hora d’actuar en cercles socials diferents. En particular ens va semblar molt interessant com els fills filipino-japonesos recuperen la idea del llinatge colonial per a legitimar-se en la societat japonesa. En un primer moment, aquest era el nostre enfocament primari pel que fa a aquest treball. Tot i així, i a mesura que vam anar cercant informació sobre el tema dels matrimonis entre filipines i japonesos, vam donar a parar amb el tema de la percepció social d’aquestes dones filipines al Japó. Per tant, vam decidir agrupar aquests dos grans temes a l’hora de parlar sobre els matrimonis mixtes entre dones filipines i homes japonesos i el conflicte d’identitat que provoquen.

Tenint en compte això, estructurarem el treball, primerament, amb una breu contextualització històrica sobre el moviment migratori de dones japoneses al Japó, sobre la base de la popularització dels visats d’”entertainment”, la seva presència al món dels clubs nocturns i el fenomen dels matrimonis amb japonesos. Seguidament, farem referència a l’estigma social que pateixen aquestes dones en la societat japonesa, anomenades popularment japayuki. Introduirem aquí les projeccions culturals que ajuden al llarg dels anys a reforçar l’estereotip de la prostituta filipina al Japó i les concepcions i pràctiques d’aquestes dones a l’hora d’enfrontar-se i pal·liar el rebuig social. Finalment, parlarem dels fills producte d’aquests matrimonis mixtes i com fan front al conflicte identitari que comporta. Aquí introduirem conceptes sobre l’ús que es fa entre aquest col·lectiu de l’autodenominació filipina i japonesa respectivament a l’hora de relacionar-se i depenent del sector social al qual volen apel·lar.

 

  1. Context

Els primers anys de les migracions de dones filipines o japayuki se situen al voltant de 1979. La situació política d’aquell moment va començar a ser bastant convulsa. Filipines va passar a ser d’una democràcia bipartidista a una dictadura. L’inici d’aquesta etapa política va ser protagonitzada per Ferdinand Marcos. Formava part del Kilusang Bagong Lipunan (KBL) o Moviment de la Nova Societat. El novembre de 1975 va ser elegit per primer cop com a president i el 1979 reelegit. En veure que no podia seguir al poder [1], va declarar la llei marcial. Amb aquesta, va suspendre la constitució del país i es va iniciar el seu llarg mandat dictatorial.

Aquest període, també es va caracteritzar per l’augment de la militarització per, segons Ferdinand Marcos, combatre el comunisme que anava creixent a un país molt pròxim, la República Popular de la Xina.

Aquest moment de tensió política coincideix amb l’augment de migració de dones filipines al Japó.

Tot aquest procés d’immigració de dones de diferents punts del sud-est asiàtic al Japó es va iniciar a partir dels anys 70’, amb l’inici de diàleg entre la Xina i el Japó després dels dos grans conflictes que s’havien confrontat (guerra Sino-japo i 2ª Guerra Mundial). Es van començar a crear visats d’entreteniment o animadors que 10 anys després, el 1989 van augmentar exponencialment. Davant de les autoritats japoneses, aquests visats eren per a treballar com a cantants o ballarines. Però, la realitat era molt diferent quan aquestes dones filipines arribaven al país nipó; només podien arribar a treballar com hostesses, “strippers” o prostitutes. El sou per aquestes feines era superior al que podien guanyar al seu país en llocs de treball més comuns. Per aquest motiu, moltes acceptaven seguir treballant en aquestes feines i quedar-se al Japó. D’aquesta manera, podien enviar diners a les seves famílies. (Iyori 1987)

L’any 2006 va canviar la legislació en aquest sentit. El govern japonès ha sigut més estricte a l’hora de concedir aquests visats. El principal motiu va ser disminuir el tràfic de persones en el territori japonès, moltes dones immigrants havien sigut enganyades per treballar al Japó des de 1979.

 

  1. Estigma vers i resposta de les dones filipines al Japó

Una gran part de les migrants filipines que arriben al Japó, tal com explica Nobue Suzuki, treballen en “feines de dona”. És a dir, són infermeres, treballadores domèstiques o es dediquen a l’entreteniment nocturn. D’aquesta manera es converteixen en mà d’obra barata pel país de destí, ocupen els llocs de treball que les dones nacionals rebutgen i elles obtenen ingressos més alts que els que obtindrien a les Filipines.

Tot i això, ens agradaria centrar-nos, especialment, en les dones filipines que es dediquen al món nocturn, principalment perquè són elles les que pateixen l’estigma social més important. Parlem, aleshores, de dones que treballen a bars, servint copes, ballarines, prostitutes, o dones de companyia. Dones que donen servei als homes. En molts casos no es dediquen a la prostitució, però segons l’imaginari general, totes les filipines ho fan. És per això que al Japó, “the image Filipina marks the women’s nationality, gender and sexuality” (Suzuki, 2000). És a dir, el terme té connotacions que van més enllà del lloc d’origen, ja que es vincula amb una dona immigrant que es dedica a la prostitució.

Aquest fet ens porta a la classificació imperant de la dona en una societat com la japonesa: el col·lectiu femení es divideix en dos tipus de dona, la mare i la prostituta. No obstant això, sabem que no són les úniques categories possibles i que no defineixen exclusivament el paper de la dona en la societat. Existeixen resistències, intents d’adscriure’s a una definició més àmplia del que implica ser dona, conceptes que no necessàriament signifiquin pertànyer exclusivament a una d’aquestes dues etiquetes. Tanmateix, la contraresposta al discurs oficial es mou lenta i clandestinament, i les dones filipines creen les seves pròpies tàctiques per fugir de l’estigma que les condemna. Així doncs, l’actitud generalitzada és canviar de bàndol. Allunyar-se del món dels serveis, de l’entreteniment i passar a formar part de l’imaginari tradicional de bona mare. És així com es legitimen en una societat que les rebutja i senten que s’empoderen, ja que passen a formar part del col·lectiu millor vist, reprodueixen patrons de comportament i l’imaginari d’unes dones que, moralment, estan per sobre de les altres. La gran majoria de filipines no dignifiquen la seva feina, no intenten demostrar que ni totes es dediquen a la prostitució, ni que de fet, la prostitució no hauria de condemnar a la dona que es veu obligada a oferir-la sinó a aquell qui la consumeix i la perpetua; sinó que s’homogeneïtza. S’adapta als patrons de comportament i categorització imperants i aconsegueix l’acceptació transformant-se vers la societat, mai intentant transformar la societat en si.

El cas de les treballadores filipines al Japó és molt particular, ja que aquest afany per formar part de la societat d’acollida i fugir d’una professió que socialment no les dignifica comporta que moltíssimes dones s’instal·lin definitivament al Japó i formin famílies amb homes japonesos. El cas del conflicte identitari dels fills d’aquests matrimonis és complex, també, i s’analitzarà al següent apartat.

 

  1. Identitat ambivalent dels fills de matrimonis entre dones filipines i homes japonesos

La unió de dones filipines i homes japonesos ha donat pas als anomenats “hāfu” o “daburu”. Aquests nens són diferenciats pel seu origen ètnic des de ben petits, per l’estereotip negatiu envers els filipins per part dels japonesos. Això ha comportat una dualitat en la visió que es té d’ells dins la societat japonesa.

Per una banda, hi ha una estereotipació negativa per ser d’origen mig estranger. Tot i que els seus pares són japonesos, se’ls segueix considerant com una minoria ètnica i se la discrimina de la mateixa manera. També, han rebut discriminació pel fet que el naixement entre els matrimonis de japonesos i filipines tenen una mitjana actual de fills per parella superior al de la majoria de la població japonesa. Aquest fet, ha provocat un augment de discriminació progressiu.

Els hāfu semblen haver après per l’experiència que la majoria ètnica japonesa tendeix a ser prejudicial contra ells, per la qual cosa és necessari desenvolupar mecanismes específics per abordar les imatges estereotipades subjacents a la seva descripció despectiva com a forma de neutralitzar-les i subvertir-les.

D’ençà que són petits, reben discriminacions i es diferencien dels altres japonesos. Fins i tot, s’ha arribat al punt d’haver-hi casos d’assetjament escolar que han acabat amb suïcidis. Normalment, el principal objecte de crítica que entre els altres nens apareix són les diferències físiques ètniques. (Ito, s.d.) Així i tot, aquestes diferències, a vegades són també “objectes de desig”[2] pels mateixos japonesos pel fet de no tenir els dos pares japonesos. És curiosa aquesta dualitat dins de l’estereotip que es crea dels hafû, la discriminació i adoració a la vegada.

Per aquest motiu, els hāfu han creat una identitat pròpia per a donar-se suport entre ells. Davant del fet de ser discriminats com estrangers provinents de les Filipines, el qual és considerat un país “inferior” al Japó en l’imaginari general, els fills d’aquests matrimonis mixtes rescaten la seva herència occidental. Aquí entra en joc el passat de les Filipines com a colònia espanyola. Aquesta identitat té un gran valor per ells ja que, d’aquesta manera, se’ls relaciona amb un país europeu, tradicionalment entès com a símbol de prestigi social.

El fet curiós dels hāfu és que han nascut al Japó i mai han viscut a les Filipines durant un llarg període de temps. En alguns casos, han dut a terme viatges puntuals per vacances, visitar familiars o altres ocasions esporàdiques. Només hi ha alguns casos puntuals que aquests nens retornin al seu país matern de forma més permanent; quan els seus pares se separen o són el resultat de relacions fora del matrimoni quan les seves mares exerceixen la prostitució al Japó. En el cas d’aquests fills il·legítims, normalment, no són reconeguts pels seus pares japonesos per raons socials, sobretot si ja estan casats,  i legals, per les responsabilitats monetàries que comporta i que els hi demanin el divorci les seves parelles.(Ito, s.d.) En aquest context, la majoria d’aquests nens comença a viure amb la seva família materna a les Filipines. Mentrestant, la seva mare segueix sent la principal font d’ingressos de la seva família treballant al Japó. En aquest punt, els hafû rescaten de primera mà la seva identitat filipina, mentre els seus avis tenen cura d’ells, tot i que tampoc perdent la japonesa, resultat dels anys que han viscut al Japó.[3]

També, una de les diferències respecte dels japonesos amb pares del Japó, és el gran domini de l’anglès après gràcies al seu origen colonial per part de mare. A causa dels mecanismes que creen per combatre els estereotips negatius creats per la societat japonesa, es potencien la jerarquia tan present a la societat japonesa però enfocant-ho a l’origen ètnic.

Es pot afirmar que el seu procés d’autoconsciència i adscripció identitaria és molt diferent de la majoria ètnica japonesa, ells mateixos es descriuen com a hāfu (meitat) o Firipin tono hāfu (mig filipí), tot i que la seva condició legal és la mateixa.[4]

 

5.Conclusions

En aquest treball hem posat sobre la taula els dos eixos vertebradors del conflicte de la diàspora filipina al Japó. En primer lloc, s’ha parlat de l’estigma social que les dones filipines pateixen a l’hora d’integrar-se en la societat japonesa. Per altra banda, hem fet referència als fills resultat dels matrimonis mixtes i a les seves estratègies a l’hora d’enfrontar la discriminació a la qual estan sotmesos. Creiem, doncs, després d’analitzar aquestes dues realitats per separat, que existeix algun tipus de continuïtat entre l’actitud de les dones filipines vers l’estigma i l’actitud dels fills filipino-japonesos. Com hem vist, majoritàriament, no existeixen resistències o dissidències entre les dones filipines a l’hora de ser discriminades. Opten per la via de l’assimilació, adherint-se als patrons i concepcions socials dominants en la societat de destí. Adopten l’ideal de la bona mare i fugen, així, de la visió negativa que pateixen com a dones, filipines, i treballadores de l’entreteniment. Cal aclarir, en aquest punt, que l’ideal de bona mare no és exclusiva de la societat japonesa i que és, de fet, un patró de comportament pràcticament acceptat i aclamat en qualsevol cultura (fins i tot en la contemporaneïtat d’Occident. No s’està fent referència en cap moment a la moral femenina d’època imperial Meiji, ja que som conscients que pot dur a confusions). D’una manera semblant, els fills de filipines i japonesos es mouen entre dues vies de comportament vers la discriminació que pateixen. D’una banda, s’aferren a la identitat japonesa donada pel pare. En segon lloc, reivindiquen el prestigi social de Filipines mitjançant el discurs colonial. Es desenvolupa així, una manera de legitimar i empoderar la identitat filipina a través de les reminiscències europees que obté Filipines a partir de la colonització espanyola. Al Japó, els hāfu amb pares europeus o americans són socialment acceptats, i, en molts casos, admirats. Aquests fills rescaten aquest discurs per fugir de la discriminació basant-se en patrons socialment admesos per la majoria de la societat japonesa. És per això que creiem que aquestes actituds per part de les mares i els fills van lligats, ja que en ambdues situacions es fuig de la discriminació social mitjançant l’assimilació de valors imperants, sense suposar cap mena de trencament amb la moral tradicional del Japó. En conclusió, existeix una continuïtat que és resultat no només d’una herència (que pot ser familiar, en aquest cas, ja que els fills reprodueixen actituds de les mares), sinó que respon a una societat japonesa que, tot i comptar amb la població més envellida del món, amb una clara necessitat d’immigració i una societat clarament diversa, continua insistint en l’homogeneïtat japonesa com a símbol de la puresa i els valors nacionals essencialistes.

 

  1. Bibliografia

Ito, Shiro, and Ph D Student (2011). A Brief Research Note: Some Issues on Japanese-Filipino Children. Asian Social Science 7.

 Iyori, Naoko (1987). The Traffic in Japayuki-San. Japan Quarterly; Tokyo 34(1).

 K. V. Kesavan (1960). Japan’s Relations with South East Asia 28 April, 1952 – 15 July, 1960 (With Particular Reference to the Philippines and Indonesia)

 Kirk, Don (2004). Targeting of Japan’s Sex Trade Reverberates in Philippines. Christian Science Monitor 97(19): 4.

 Lopez, Bernardo V. (1996). UPSHOT – JAPAYUKIS MAY CAUSE A DIPLOMATIC CRISIS. BusinessWorld, October 31: 5.

Suzuki, N. (2000). Between two shores: Transnational projects and Filipina wives in/from Japan. Dins Blake Willis, D. i Murphy-Shigematsu S. Transcultural Japan: At the borderlands of race, gender, and identity (pp. 65-85). Nova York: Routledge.

Suzuki, Nobue (2004). Tripartite Desires: Filipina-Japanese Marriages and Fantasies of Transnational Traversal. In Pp. 124–144.

Yamashita, S. (2008). Transnational Migration of Women: Changing Boundaries of Contemporary Japan. Dins Graburn N.H.H, Ertl, J. i Tierney R.K. Multiculturalism in the New Japan: Crossing the Boundaries Within (pp. 101-116). Nova York: Berghahn Books.

 

 

[1]   A les Filipines, com els Estats Units, només es pot presidir dos mandats com a president.

[2] Micro Politics of Identity in a Multicultural Japan

[3] Lopez, Bernardo V. 1996. «UPSHOT – JAPAYUKIS MAY CAUSE A DIPLOMATIC CRISIS.» BusinessWorld, 31 octubre 1996.

[4]  Micro Politics of Identity in a Multicultural Japan

 

 

Ariadna Guirao Valés

Mila Bosch Latorre

DIÁSPORA CHINA EN MOZAMBIQUE (1887-1975) Negocio, Integración, Asociación

•diciembre 21, 2018 • Deja un comentario

A fecha de 18 de Febrero de 1858 llegó a la Isla de Mozambique, capital del país por entonces, un primer grupo de treinta chinos de oficios varios (carpinteros, albañiles, pedreros,…). Una iniciativa que venía a raíz de lo que se estaba haciendo en otras colonias africanas. Tanto británicos como franceses, a partir de los años cuarenta del siglo XIX, empiezan a traer coolies para trabajar en las minas de oro y plantaciones de azúcar en los territorios bajo dominio británico o francés, sobretodo del sur de África.

De esos primeros treinta no se sabe mucho más que emigraron a continente y se dedicaron a la horticultura en la periferia de los dos grandes núcleos urbanos de Mozambique, Beira y Lourenço Marques, actual Maputo. En caso de tener descendencia con mujeres nativas, los hijos absorbieron la cultura local sin mantener ningún lazo con la cultura china. Por lo tanto, aún no se puede hablar de diáspora en el sentido más auténtico del concepto.

En cambio, a finales de los años 80, con el crecimiento de las ciudades mencionadas, Beira y  Lourenço Marqués, urge la necesidad de contratar personal especializado para la construcción de edificios y casas, del puerto marítimo, de un ferrocarril que conectaría con la importante zona minera, etcétera. Se pretendía una mano de obra mínimamente cualificada y de menor costo que la europea. El gobierno, conocedor de la ‘índole trabajadora y activa’ (Medeiros, 2007) de los chinos macaenses, procedió a traer coolies en cantidades más significativas que la aislada primera partida entre los años 1887 y 1889. En el contrato se permitía traer consigo a la familia, lo que facilitó la entrada de emigrantes libres durante las siguientes décadas, provocando que la comunidad no fuera puramente ‘coolie’, como en Perú o Cuba. A partir de entonces, podemos hablar de diáspora, pues en esta nueva comunidad inmigrante surgían cuestiones de identidad, integración y asociación a medida que creaban nuevos lazos, desarrollaban sus negocios y tenían descendencia.

El lugar de origen de todos esos chinos era la región de Guangdong, cuyas provincias sufrían sequías y hambrunas en el momento de la formación de las comunidades chinas en Mozambique (1907 y 1911). Algunos de estos migrantes habían trabajado en colonias británicas, como Hong Kong, lo que les facilitó partir a Mozambique a través de compañías británicas. Los puertos de Beira y Lourenço Marqués actuaban a modo de preámbulo del atractivo foco de atención, el corredor económico y comercial sudafricano, por ser los más cercanos al venir del sudeste asiático. Más tarde, la guerra civil y la guerra sino-japonesa también provocaría una gran llegada de inmigrantes chinos.

Podemos hablar de los siguientes números oficiales. A fecha de 1889 son 69 hombres y 2 mujeres (Medeiros, 2007). En 1912, unos 300 en total (Chang, 1968). Mientras que a principios de los 1970 residían 4114 chinos y descendientes en todo el territorio, la gran mayoría en la zona de Beira (Medeiros, 2007).

A medida que nos adentramos en el siglo XX, comienza a constituirse una comunidad sobretodo de mestizos sino-africanos, de padre chino y madre africana. Aparecen matrimonios entre ambas comunidades, pero también entre mestizos y africanos, entre varones mestizos y mujeres chinas, entre varones chinos y mujeres mestizas, incluso mujeres chinas con varones de otras nacionalidades, colonos, europeos, indios, etcétera. Dando lugar a todo tipo de identidades en las segundas y terceras generaciones.

Negocio

La mayoría de los chinos de la primera gran ola migratoria (1887 en adelante) trabajaban en la construcción, sobretodo en el ámbito de la carpintería. Y cuando empezó a escasear la demanda de estos oficios, se dedicaron a la horticultura o la pesca. Pero a medida que la idea de volver a una China sacudida por guerras desaparecía, asimilaban un futuro aquí y abrían otro tipo de negocios adaptándose a la demanda local.

Aquellos que se dedicaban a la horticultura solían tener puestos en el mercado de la ciudad donde vendían sus legumbres y frutas. Con el tiempo se podían permitir contratar a trabajadores negros para ayudar en las machambas, término local para referirse a los huertos.

Otros vieron un negocio rentable en las cantinas y la comida para el ‘indígena’. Regentaban los conocidos como pussa hamba (trad. ‘come deprisa y desaparece’) y mata hambre, locales de comida, con el añadido de servir alcohol de forma ilegal, situados en lugares estratégicos a medio camino entre los suburbios de los africanos y sus lugares de trabajo, el ferrocarril o el puerto, siendo el contacto básicamente con los africanos.

La leña era el principal combustible y fuente de energía doméstica en Mozambique durante las primeras décadas. El uso del petróleo era raro y el de la electricidad, un lujo. En las primeras décadas iban apareciendo locales chinos de fabricación y venta de carbón vegetal. Y en los años sesenta, algunos chinos mozambiqueños adquirieron pequeñas concesiones para la explotación forestal.

La acumulación realizada en el comercio con el indígena posibilitó la implicación de muchos chinos en la nueva dinámica económica que surgía con el desarrollo industrial de ambas ciudades, el crecimiento de la población y la mayor movilidad étnica en la urbe. Se introdujeron en la construcción civil, los transportes y en un comercio más especializado para colonos y turistas, incluyendo la apertura de casas de importación y exportación, colmados y tiendas de alimentación y restaurantes chinos.

Integración

En las dos principales ciudades de Mozambique no se formó nunca un Chinatown como en otros países con diáspora china. Tanto nuevos inmigrantes como sino-mozambiqueños de segundas y terceras generaciones ocupaban lugares específicos según sus actividades económicas como ya se ha mencionado (primero, horticultura practicada en la periferia; cantinas en los suburbios africanos; luego, otros tipos de negocio en contacto con colonos).

Con la siguiente presentación de dos panoramas distintos podremos ver la evolución de la integración de la comunidad china en la sociedad colonial mozambiqueña. Primero, el panorama que nos presenta Zamparoni (Universidad de Bahía, Brasil) de la diáspora en la ciudad de Lourenço Marques a principios de siglo XX, caracterizado por una discriminación evidente; y después, el panorama de Beira en los años cincuenta y sesenta, caracterizado por una aceptación incluso elogiadora, como muestra Macagno (Universidad de Paraná, Brasil).

Con el cambio de siglo se finaliza toda una red de tranvías en Lourenço Marques (Maputo). Al ser otro espacio social, africanos y asiáticos tenían que ir apartados a una esquina del vagón y de pie, pagando el mismo precio. Una situación que ejemplificaba la distanciam no solo a nivel físico (suburbios versus downtown), económico o legal, sino en todos los ámbitos del dia a dia.  

Destaca también Zamparoni (‘Monhés,… Colonialismo e racismo em Lourenço Marques, Moçambique, 1890-1940) una peste en 1907, que sirvió de pretexto para que el gobernador de la ciudad estableciera medidas racistas. Se argumentaba que las viviendas y barrios de los suburbios tenían unas condiciones higiénicas muy malas. Incluso se apuntaba a los chinos que se dedicaban a la horticultura, por tener el presunto hábito de recoger las heces de las calles de la ciudad y utilizarlas de abono para sus huertos.

Lo cierto es que principios de siglo el poder colonial aún no se tambaleaba. El colono se podía permitir aún ese discurso racista. Pero en los años 50 el colonialismo africano empieza a debilitarse. A partir de la independencia de Ghana (1957), vendrían muchas más. Esta presión social independentista forzó a Portugal y la dictadura de Salazar (1930-1970) a radicalizar un discurso de colonia ‘multi-étnico’, considerando las colonias ultramarinas una extensión de la metrópoli, mientras que al mismo tiempo, en EEUU o Brasil aparecían leyes contra la comunidad china y asiática en general.

Lorenzo Macagno en su artículo ‘Buenos portugueses’ se centra en una curiosa incidencia que coincide con este discurso. Y es que en los periódicos (Notícias da Beira, Diário de Moçambique.) se empezaba a retratar, cada vez más, acontecimientos relacionados con la comunidad china. Eventos deportivos, festividades, entrevistas, etc.  Se podían leer adjetivos como: jóvenes, dispuestos, prudentes, buenos deportistas, ordenados, trabajadores, disciplinados, y sobre todo, simpáticos. Hasta el punto de ser considerados ‘buenos portugueses’.

Asociación

But above all, these associations would contribute to mitigate homesickness and would act as «an oasis of Chineseness». (Da Costa Morais, 2003)

Después de la Primera Guerra Mundial comenzaron a venir más migrantes capacitados. Con el asentamiento definitivo de la comunidad china y estas nuevas llegadas, urgía la necesidad de crear lazos de unión, materializados por asociaciones. Su vida social giraría entorno a estas asociaciones, aunque muchas tardaron en ser aceptadas oficialmente. Aunque siempre hubo una leve tensión dentro de la comunidad por el hecho de tener diferentes backgrounds, pues algunos habían venido como coolies, como trabajadores contratados por las compañías británicas, desde los puertos del sur de China. Mientras que otros habían llegado más tarde, atraídos por la prosperidad naciente del país africano.

Ya desde finales del XIX había ese interés en la comunidad por crear una escuela china. De hecho, en Lourenço surge una asociación en 1895, la del Pagoda Chino, cuyo principal objetivo es ese, el de promover la educación en la comunidad. En Beira, donde había aparecido una asociación más general en 1917, el Club Chino, se creó en 1929 la Escuela China de Beira, que en un principio no recibiría la autorización legal del gobierno colono.

Se enseñaba cantonés, pues era la lengua de la mayoría de familias chinas. Estaba financiada por el gobierno chino. Con la llegada continua de nuevos inmigrantes por la Guerra Civil en China, el número de alumnos creció muy rápido y en los años 40 se solicitó al gobierno local una ayuda de profesorado y material. El gobierno aceptó y legalizó la escuela a cambio de la enseñanza de portugués. Aunque en esos años, ya eran muchos los hijos sino-mozambicanos que frecuentaban escuelas exclusivamente portuguesas. Además de las actividades puramente educativas, se organizaban espectáculos de música, baile, teatro, artes marciales; incluso se utilizaba el recinto para hacer banquetes.

La creación en 1954 de Asociación de la Juventud Católica China evidenciaba la influencia de los católicos portugueses, sobre todo en la segunda generación de mestizos. Por ejemplo, menciona Medeiros un colegio para niñas, mayoritariamente mestizas, que estaba dirigido por las Franciscanas Misioneras.

Pero quizá el ámbito más llamativo por favorecer, no solo en la cuestión de asociación, sino en el de la integración, era el deportivo. Los elogios mencionados por Zamparoni se daban sobre todo en crónicas deportivas. Y es que además de aparecer instituciones deportivas exclusivamente de la comunidad china, sirviendo como lugar de reunión habitual, también destaca la aparición de equipos completamente mixtos, que obviaba una mejoría en las relaciones entre chinos, colonos y nativos. Ejemplos son el Club Atlético Tung Hua, conocido como  Club Atlético Chino, o El Oriental, club deportivo de los sesenta, especializado en el ámbito del baloncesto

En 1975, con la independencia, prácticamente todas estas asociaciones desaparecen. El ciudadano chino pasa a ser malvisto por su afinidad al colono, para/con quien había iniciado nuevas formas de negocio, o incluso para quien muchos chinos mozambiqueños tuvieron que servir en la guerra. Esa animadversión obligó a muchos chinos a emigrar por segunda vez. Brasil, Portugal o Macao fueron sus destinos.

Conclusión

Se trata de un movimiento migratorio que evidencia esa enorme capacidad del migrante chino para adaptarse al lugar de destino, sobretodo en el negocio. Una diáspora a primera vista curiosa, pero que deja de serlo al comprobar que Mozambique era un destino mucho más cercano que las Américas, y desde donde también llegaba publicidad de oro y prosperidad (el gran atractivo del corredor económico de Rhodesia). Un inmigrante chino que pasó de vivir en los suburbios y ser foco de discriminación, a ser elogiado bajo el título de ‘buen portugués’ por parte de la burguesía colona; algo inédito en cualquier otra diáspora china de la época.

 

Miguel Almança

Ángela Colón

Bibliografia

Chang, S. (1968). The Distribution and Occupations of Overseas Chinese. Geographical Review, 58(1), 89-107. www.jstor.org/stable/212833

Da Costa Morais, I. M.. (2003). Creolised and colonised : the history and future of the Macanese and Mozambican Chinese. (Thesis). University of Hong Kong, Pokfulam, Hong Kong SAR. Retrieved from http://dx.doi.org/10.5353/th_b4389566

Macagno, L. (2017). “¿Buenos portugueses? Una diáspora china en el Mozambique colonial”;  REA, Escuela de Antropología; 23: 15-37.

Medeiros, E. (2007). Las comunidades chinas de Mozambique, 1858-1975.Nova Africa, 20: 27-57

Medeiros, E. (2014). A(s) Escola(s) Chinesa(s) da Beira (1929-1975). Blog: Moçambique para todos. https://macua.blogs.com/moambique_para_todos

Mohan, G. & Tan-Mullins, M. Eur J Dev Res (2009).  Chinese Migrants in Africa as New Agents of Development? An Analytical Framework. The European Journal of Development Research, 21(4): 588-605. https://doi.org/10.1057/ejdr.2009.22

Zamparoni V. (2000).  Monhés, Baneanes, Chinas e Afro-maometanos. Colonialismo e racismo em Lourenço Marques, Moçambique, 1890-1940. Lusotopie, 7:191-222.

Los wansheng, o wansei: Los nacidos en Taiwán.

•diciembre 21, 2018 • Deja un comentario
Adrián Caravaca
Andrea Cervera

Introducción

El principal motivo por el cual escogimos este tema es la poca información que encontramos al respecto. Cabe decir que tampoco era un punto que nos hubiésemos planteado con antelación, simplemente surgió a partir de la búsqueda de temas a tratar sobre Taiwán.

Estamos hablando del fenómeno de los wansheng (en taiwanés), o wansei (en japonés) -los nacidos en Taiwán-; quienes son aquellas personas que, durante el período en el que Taiwán estuvo ocupado por el Imperio Japonés, eran los descendientes de los primeros japoneses que se desplazaron a la anteriormente conocida como la Isla de Formosa. Con la caída del Imperio Japonés en 1945, aquellos que se habían desplazado del archipiélago nipón a Taiwán tuvieron que volver; y lo hicieron con su familia. Esto supuso que muchos de aquellos descendientes de japoneses, pero autóctonos taiwaneses tuvieran que dejar todo lo que tenían y desplazarse a un país que no conocían, pero al cual “pertenecían”.

Partiendo de esta base, nos encontrábamos con un terreno por explorar en cuanto al sentimiento de pertenencia se refiere por la parte de esta segunda generación de japoneses en Taiwán.

Wansei Back Home y la migración

Si bien a nivel escrito no encontrábamos información relevante sobre el caso concreto de los wansheng, dentro del ámbito audiovisual encontramos el documental llamado Wansei Back Home, dirigido por Ming-cheng Huang, el cual se centra en el periplo de regreso al lugar de origen de varios japoneses nacidos en Taiwán durante la ocupación japonesa. En esta producción no sólo podemos ver y conocer a estos wansei, nacidos todos en Hualien, sino que además podemos conocer aquello a lo que tuvieron que hacer frente al llegar a Japón. Sabemos que en Japón existe la distinción entre el uchi y el soto, lo de dentro (del país, lo que es japonés “auténtico”) y lo de fuera (lo que no es japonés), de la mano de Nakane sabemos que la sociedad tiende tanto a la homogeneidad que, en los casos en los que una persona nacida en Japón que pasa largo tiempo fuera del país, pese a ser autóctono, puede llegar dejar de ser considerado como un “auténtico” japonés. Sabiendo esto, no es de extrañar las dificultades que explican los testimonios de este documental: discriminación por su origen y burlas por su acento. Se les llega a decir que son “extranjeros para siempre”, pues son japoneses que no son aceptados como tales por la sociedad y, a su vez, no son taiwaneses pese a haber nacido en Taiwán.

Otra de las cosas que nos muestra el documental es cómo vivieron aquellos japoneses que se casaron con autóctonos taiwaneses y no tuvieron que volver a Japón. En cuanto al tema identitario vemos que también sucede algo parecido: para “encajar” en la sociedad taiwanesa, muchos ocultan sus raíces japonesas llegando a cambiarse el nombre incluso, o dejar de hablar por tal que no se reconozca su acento.

Hay casos en los que se produce un fenómeno curioso, sobre todo en momentos como los actuales donde hablamos de transnacionalismo y el sentirse en contacto, parte de dos o más estados-nación; que es que hay wansei que no se sienten parte ni de Taiwán ni de Japón y otros que se sienten parte de ambos. No tienen un lugar de origen, lo que inglés se conocería como motherland.

Para la realización de este documental se estuvo ayudando durante doce años a estos wansheng a encontrarse con sus amigos de la infancia. Se elabora un contexto histórico suficiente como para ubicar al espectador en la situación concreta en la que estos individuos se encuentran para centrarse, sobre todo, en el lado más humano de estos hechos.

Los testimonios

Buscando información en concreto sobre este tema, dimos con una serie de testimonios que pertenecen a aquellos wansei, escritos en un diario japonés. Para todos ellos, el hecho de partir supuso un duro golpe emocional y recuerdan con mucha nostalgia su vida en Taiwán. No obstante, necesitábamos de fuentes que estuvieran, obviamente, referenciadas. El documental de Wansei Back Home nos proporcionó aquellos testimonios que queríamos conocer.

El caso de los wansheng es interesante porque ocurre con ellos lo mismo que ocurrió con su ascendencia japonesa, pero cambiando la dirección del desplazamiento: Mientras que unos fueron forzados a desplazarse del archipiélago a la isla, estos últimos tuvieron que hacer a la inversa, pero generando los mismos sentimientos al adentrarse en un entorno desconocido. Todos hacen referencia a una infancia positiva como la de Yoshiga o como la de Masaru Tominaga, quien nació en Hualien en 1927 y aún recuerda cómo cantaba canciones del antiguo folk taiwanés que aprendió cuando era un niño.

Si bien podemos encontrar distintos casos, el fondo siempre es el mismo: el dejar atrás Taiwán y, con ello, sus vidas sin llegar a saber si volverían a pisar aquel suelo o volver a hablar con sus amistades.

Existe también un caso en el que se puede ver con más intensidad el lazo familiar en el que se realiza un peregrinaje en busca de la tumba de un familiar que nunca llegaron a conocer y que murió al otro lado del mar que separa Japón de Taiwán.

 

Wansei y la documentación a través del arte

Pese a que el fenómeno de los wansei como tal no es un tema ampliamente tratado en el mundo académico, esto no significa que no tenga relevancia, obviamente. Es un fenómeno que se comparte con muchos otros países que han vivido la ocupación y la colonización. En Taiwán el caso de los wansheng es bien conocido y, tal y como el investigador Matteo Boscarol demuestra en su trabajo Contemporary Documentary in Taiwan: Memory, Identity, Flux, es fuente de inspiración para muchos artistas taiwaneses. En este caso habla de distintos documentales realizados que tratan de explicar unos hechos a través de textos y poesía dentro del cine de no-ficción.

Esto no deja de recordar estos sucesos, manteniendo así lejos del olvido las situaciones que puede llegar a provocar la guerra y la colonización y, a su vez, invita a la reflexión sobre la situación que viven estos japoneses nacidos en Taiwán que, como hemos podido ver en Wansei Back Home, han debido renunciar a su pasado nipón en aras de poder formar parte de la sociedad taiwanesa con mayor facilidad.

 

Conclusión

El fenómeno wansei es el resultado de un conflicto bélico y un posterior conflicto entre el individuo y su lugar de origen, y la gestión de la resolución de una ocupación la cual supuso que entorno a unas 300.000 personas tuvieran que migrar de Taiwán a Japón en contra de sus deseos personales. Tuvieron que desprenderse de manera brusca con cuanto allí hubiesen conseguido tanto a nivel material como social. La divulgación de este tipo de situaciones puede ayudar a modelar la concepción que se tiene respecto al sentimiento de pertenencia y de afinidad para con un territorio, junto con aquellos que lo habitan pues; como hemos visto en el caso de Japón, es sencillo que el conjunto de la sociedad te dé la espalda si rompes durante un tiempo tus relaciones in situ, sin importar el contacto que puedas seguir manteniendo hoy en día gracias a las nuevas tecnologías; ni el hecho de que a nivel legal seas un ciudadano japonés.

Los wansei son una muestra de esto, añadiendo la falta de desarrollo tecnológico que a mediados del siglo XX había respecto a nuestra contemporaneidad.

 

 

Bibliografía

Boscarol, Matteo. Contemporary Documentary in Taiwan: Memory, Identity, Flux. Cinergie – Il Cinema e le altre Arti, [S.l.], n. 13, p. 137-144, julio de 2018. ISSN 2280-9481. Disponible en: <https://cinergie.unibo.it/article/view/8290/8139>. Consultado el: 17 de diciembre del año 2018. doi: https://doi.org/10.6092/issn.2280-9481/8290.

Cohen, Erik. (1977) Expatriate communities. Current sociology, 24 (3), 5-90.

Nakane, Chie (1967) Tateshakai no ningen kankei. Tan’itsu shakai no riron. Tokio: Koudansha.

Material audiovisual

Huang, M. (Director). 2015. Wansei hui jiaWansei Back Home [documental]. Taiwán y Japón: Central Motion Pictures, Kanazawa Culture Company.

Zainichi, discriminació i identitat

•diciembre 21, 2018 • Deja un comentario

 

Introducció i context històric

Amb la fallida de l’imperi colonial japonès molts dels coreans residents a l’arxipèlag van ser repatriats i només es van quedar 600.000. Aquests zainichi (coreans residents al Japó) ja no eren súbdits colonials, però tampoc tenien la identitat japonesa. Els zainichi actuals poc tenen a veure amb aquells 600.000: han nascut al Japó i estan plenament integrats en la seva cultura i societat; de fet conserven pocs lligams amb Corea del Sud. Tot i això, legalment són considerats estrangers: quina identitat tenen, doncs? A causa dels factors de discriminació legals rebuts durant dècades per part del Govern, molts han reivindicat la seva identitat zainichi i els seus drets amb l’activisme, i encara avui en dia debaten el seu futur.

Aquestes dificultats que experimenten els zainichi, s’agreugen quan hi afegim el factor de gènere. L’intersecció entre gènere i ètnia evidencia que la dona zainichi problematitza uns aspectes únics de la societat japonesa. El nostre treball exposa la problemàtica de la identitat zainichi en relació a la ciutadania i la nacionalitat fent èmfasi en la perspectiva de gènere.

Des de 1945 i fins a 1952 Japó va estar ocupat per les forces aliades (ESCAP). Amb la fallida de l’imperi multiètnic, els antics súbdits colonials esdevenen apàtrides sense nacionalitat; els 650.000 coreans que van romandre al Japó són racialitzats. La divisió de la península coreana dóna lloc a la creació de la Mindan (ass. Nord-coreana) i el Chongryun (ass. Sud-coreana) amb la missió de repatriar els zainichi a Corea. Amb la normalització de les relacions entre Corea del sud i el Japó, s’estableixen escoles coreanes, beques estudiantils i la possibilitat d’obtenir la nacionalitat sud-coreana (kankokuseki). Els que mantenen Chosen-seki (estatus de la Corea unificada) són legalment apàtrides i o bé simpatitzen amb nord-Corea, o l’han mantingut com a suport a una idea d’una Corea unificada (Kim & Yang, 2007). Nosaltres ens centrarem en els zainichi kankokuseki.

Quan cerquem les definicions d’immigrant i minoria ètnica, el primer s’entén com a “Persona que arriba a un país o una regió que no són els propis per establir-s’hi” (Diccionari Català) (amb intenció o no de quedar-se definitivament) i la minoria ètnica s’entén com un “Grup de persones que comparteixen uns trets culturals característics i que, per circumstàncies diverses, es troben en una situació de desavantatge relatiu respecte a la cultura dominant d’una societat” (Enciclopèdia Catalana). És, doncs, en aquest context d’assentament al Japó, després de la creació d’ambdues escoles, quan els immigrants coreans van anar adquirint identitat de minoria. Un cop havien decidit quedar-s’hi i establir allà les seves famílies, van anar deixant de sentir-se immigrants per a formar part d’una comunitat d’origen coreà al Japó.

Tot i la seva intenció, la realitat fou que els interessos de cada nació estat i la seva posició rígida antiassimilacionistaantiassimilacionista “va perpetuar l’existència de més de 600.000 coreans altament assimilats que vivien dins les fronteres japoneses sense tenir plens drets de ciutadania” (Chung, Exercising citizenship: Coreans living in Japan, 2000). No va ser fins a la democratització de Corea del Sud (1970) i que el Japó firmés la Ratificació internacional de la convenció de l’estatus dels refugiats (1981), que hi va haver un canvi de paradigma.

Des d’aquest moment el nou sistema legal de drets no es basa en la nacionalitat sinó en el fet que paguen impostos i per tant, es poden beneficiar del sistema de salut públic i de la seguretat social. A poc a poc adquireixen més drets (sobretot degut al mateix activisme zainichi): a abolició de la llei de l’empremta digital el 1993, possibilitat de transmetre la nacionalitat japonesa i el canvi de denominació legal, d’estrangers a “Residents Permanents especials” (el qual els atorga molts més drets). El canvi de perspectiva del Govern del Japó va implicar un canvi en la percepció de la població coreana per part de la societat general japonesa: ja no eren una comunitat immigrant, sinó com a minoria ètnica.

 

La identitat Zainichi, problemàtica i solucions

 El debat sobre la identitat zainichi continua encara actualment tot i certes fites de l’activisme i l’auge de la consciència dels japonesos. Aquesta identitat que no pertany de forma plena ni a Corea ni al Japó encara està, doncs, subjecta a un procés de construcció que deriva de la realitat discriminatòria que porta sofrint durant dècades.

L’existència d’una comunitat aliena a l’origen sanguini japonès no s’entén dins la idea d’un Japó homogeni i monoètnic. L’opció de naturalitzar-se, doncs, significava assimilar-se com a japonès sense reconèixer la mateixa coreana, i tampoc es podia mantenir una identitat purament coreana després de vàries generacions integrades en el marc cultural japonès. Així, entre els anys 70 i 80 va néixer la idea de la tercera via, en la que es creava la identitat zainichi, la pròpia dels coreans nascuts al Japó. És des de aquesta visió diferenciadora, doncs, que els zainichi han estat debatent i defensant una identitat que s’ha exclòs i inclòs a la vegada per part del Govern i la societat japonesa. (David Chapman, 2008)

Des d’un punt de vista legal, Els primers Coreans residents al Japó s’havien de registrar com a tal a partir dels 14 anys i cada 3 anys estant obligats també a registrar les seves empremtes. Posseïen doncs un carnet d’identificació que havien d’ensenyar quan es requeria. A més, si se’ls sentenciava a més de 6 anys de presó, serien deportats a Corea. I no va ser fins als anys 80 que aquestes lleis van ser abolides gràcies a la mobilització popular. Administrativament parlant, els residents coreans encara no poden esdevenir funcionaris de l’Estat, i tot i pagar els mateixos impostos, no poden accedir als mateixos beneficis sanitaris que els ciutadans japonesos. Pel que fa a l’educació, només les escoles públiques mitjanes estan obligades a acceptar estudiants coreans, mentre que els instituts poden objectar a acceptar-los. A més, molts dels estudiants coreans assisteixen a escoles coreanes. En el món laboral, com que es requereix el registre de família per demanar feina, molts són discriminats pel seu origen coreà i no poden optar a treballar en moltes empreses privades. (Lee Kwang-kyu, 2000)

Aquestes formes legals de designació aliena nascudes de la pretensió homogeneïtzadora, facilitaven la propagació de prejudicis culturals en detriment de la població zainichi. Una opció per a evitar-ho era naturalitzar-se. Però aquesta opció en els seus principis no resultava viable per l’enorme dificultat burocràtica i la falta de beneficis que aportava i que, a més, tampoc resolia el problema de la seva identitat. Així doncs, tot i que avui en dia es presenta com l’opció més pragmàtica, és per la seva intenció assimilatòria i homogeneïtzadora una traïció a la identitat zainichi per a molts coreans al Japó, i per tant no es naturalitzaven.(Lie, 2017).

És havent vist aquest context històric discriminatori que David Chapman reflexiona sobre el debat que neix a partir de la idea de la Quarta Opció. Aquesta quarta opció implica acceptar una realitat dual en la identitat zainichi que signifiqui ser ciutadà japonès en reconeixença de la seva etnicitat coreana, acceptant així una coexistència multi ètnica sense entrar en conflicte amb conviure en la diferència. D’aquesta manera, i amb la progressiva facilitat per als zainichi de naturalitzar-se, al voltant d’uns 10.000 ho fan cada any. És remarcable, doncs, en aquesta idea que reflexiona sobre una identitat Coreana-Japonesa el fet que avui en dia ja no calgui adoptar un nom japonès (o que soni japonès) per a naturalitzar-se. El nom, doncs, constituiria la marca que definiria un subjecte com a un d’origen ètnic coreà dins un panorama de ciutadania japonesa.

Per aquestes raons la idea de naturalitzar-se està adquirint una nova visió més positiva en la reflexió sobre la identitat zainichi i la seva conservació. Pel fet que els zainichi han estat discriminats han de remarcar ara la seva diferència per a denunciar les injustícies viscudes durant dècades, i si naturalitzar-se implica no assimilar-se plenament, podria resultar una opció viable en tant a viure com a ciutadans de ple dret legitimant el seu origen ètnic.

Però alguns autors dubten sobre l’eficàcia de naturalitzar-se, ja que fent-ho podrien convertir-se en ciutadans de segona categoria tot i ser membres de ple dret. Segons Akasawa, el Japó ha de canviar la seva perspectiva i reconstruir el concepte de la identitat japonesa perquè els membres naturalitzats no continuïn sent discriminats culturalment, tot i l’avenç en el marc legal. (David Chapman, 2008).

 

La dona Zainichi

Corea i el Japó són països d’estructura patriarcal i patrilineal amb una forta arrel confuciana. Al Japó, la màxima responsabilitat de la família recau sobre el cap de família, i la dona adopta el cognom del pare de família en casar-se. Tot i que a Corea la dona també perd el cognom, la noció de cap de família es va abolir el 2006. El seu paper es defineix encara en clau de lleialtat: la dona ha de ser fidel i obeir al pare de família. Al mateix temps exerceix de cuidadora i educadora dels fills, als qui transmet aquests rols familiars i de gènere.

Això dóna lloc a la divisió sexual del treball: ella fa el treball reproductiu. Les que treballen, solen realitzar tasques d’assistència i llavors han de treballar i cuidar la família alhora. Tot i que la situació ha anat millorant amb els anys, encara ara existeixen diferències salarials, dificultat d’accés a certs llocs de treball i un índex de participació laboral baix.

Fins al final de la dècada dels 90 s’estudiava els zainichi des d’una perspectiva nacionalista i binària: els zainichi oprimits pels japonesos, però aquesta focalització homogeneïtza una comunitat molt diversa. En termes de gènere, fins ara s’han focalitzat en l’opressió dels homes japonesos sobre les dones zainichi: per exemple, en l’afer de les “comfort women”. Les relacions de poder, però són eixos (de gènere, raça, classe, ideologia, tradició) que se superposen i revelen una multiplicitat de problemàtiques desconegudes (però no noves) que cal investigar.

Gran part de la discriminació que experimenta la dona zainichi és fruit del fet que tant Corea del Sud com el Japó tenen un sistema patriarcal força semblant, i per tant la dona zainichi experimenta una opressió semblant a la de la japonesa nacional. Tot i això, hi ha casos on la dona zainichi és víctima d’una discriminació particular, com és el cas del divorci. El Japó es podria definir com un estat-família: tots els ciutadans estan inscrits al koseki, el registre familiar, al qual només hi figura un cognom, el del cap de família (l’home). Què passa doncs, en el cas d’un divorci? En molts casos, aquestes dones perden la seva comunitat. Segons Pak, aquest model de família patriarcal i d’estil feudal és responsable del prejudici que hi ha contra les dones que no exerceixen un rol de mares, mullers o cuidadores d’algun tipus. Aquest model de família que prioritza el primer fill estableix una hegemonia masculina reproduïda pels homes i les dones zainichi. Així doncs, les dones zainichi són ensenyades a superar els problemes sense queixar-se i que són inferiors als homes. Hi ha una evolució del pensament de les dones zainichi sobre el seu valor. A la primera generació, moltes dones eren víctimes de violència domèstica i es parlava de “pare violent, mare resistent”. A la 2a generació es mantenia la creença que els homes havien de ser adorats i les noies havien de fer la feina. El primogènit és el més important perquè és el que transmet el cognom, i sense ell, la família no continua. A la 3a generació, però, posen en qüestió aquesta infravaloració de la dona, tot i que mantenen que els homes senten més responsabilitat a l’hora de mantenir les seves famílies. Aquesta dicotomia de la dona resistent és fruit d’un concepte “essencialitzat i masculinitzat de la Zainichitat, que ajuda a emmascara la violència comesa contra aquells els quals exclou”, és a dir l’empoderament de la dona és sacrificat per deixar espai a la reivindicació de minoria ètnica per part dels homes.

A l’esfera pública, l’activisme de les dones zainichi està creixent, sobretot a partir de l’aparició del tema de les “comfort women” el 1990. No va ser fins al 2007 que van rebre una disculpa oficial per part del govern japonès i encara és un problema candent amb Corea del Sud. El 1997, a la revista Yosong Netto (tracta temes de drets humans i està dirigida per dones zainichi) s’exposava el fet que se les criticava per estar involucrades en l’esfera pública i es menyspreava la seva feina en l’esfera privada (feines de la casa, etc.). En l’informe de l’enquesta feta a dones Zainichi per dones Zainichi (2007), es va posar en relleu, que encara formen part de la població pobra-mitjana de la societat. A més a més, encara se’ls denega llocs de treball per la nacionalitat o el seu nom coreà. També demostren que són poques les que poden conciliar els fills amb una vida laboral estable. En el pla acadèmic, les dones zainichi estan començant a ser objecte d’estudi en el camp dels estudis de gènere des dels anys 90, però és un camp d’investigació molt nou, aquesta absència de discussió i manca d’informació també és una forma de discriminació.

En el cinema japonès, en les poques instàncies que les dones zainichi tenen rols de personatge principal, elles són “confinades dins de la tradició coreana i dins d’un marc ètnic tradicional” (Ko, 2013.), com a Riu de l’Extranger o Yun no machi (1989) El que és més comú però, és que tinguin rols menors i limitats. En la pel·lícula Chi To Hone (2002), “els personatges femenins són objecte d’extrema violència de la mà del seu marit, pare o fins i tot ambdós. […] el problema del sistema familiar patriarcal i del patiment de les dones es registra però no s’adreça.” De la mateixa manera, en el cinema zainichi, les dones sovint són representades pel tema de les “comfort women”, que permet atorgar-los-hi un rol de víctima en mans del colonialisme japonès que s’ajusta molt a la narrativa zainichi hegemònica: el conflicte ètnic eclipsa la resta de discriminacions, no només la de gènere, sinó també la de la sexualitat.

 

Conclusió

En un principi els zainichi van ser una minoria ètnica repudiada per la societat, però es van anar integrant culturalment a través de les generacions i van anar adquirint drets gràcies a un activisme enèrgic i un canvi en la consciència de la societat ètnicament japonesa. Tot i això, després de cent anys de presència al Japó, no són ciutadans japonesos (no tenen koseki – llibre de família que inscriu els ciutadans japonesos per jus sanguinis en una comunitat). Això dóna peu a una sèrie de discriminacions legals i culturals que plantegen un debat sobre la seva identitat. La necessitat d’adquirir la ciutadania ha obert un debat sobre la naturalització on es podria incloure una identitat ètnica híbrida. La discriminació legal contra els Zainichi s’agreuja en el cas de les dones en una societat on l’hegemonia masculina perpetrada per homes i dones les subestima en l’esfera pública i la privada. Les dones zainichi són víctimes de l’oblit i el no-reconeixement del govern, el cinema o l’acadèmia.

 

 

Carla Peñarrubia Belmonte

Nadia Hilmane Bacaria

 

 

Bibliografia

  • Chapman, D. (2009). Zainichi Korean Identity and Ethnicity. London: Routledge.
  • Chung, E. (2000). EXERCISING CITIZENSHIP: KOREANS LIVING IN JAPAN. Asian Perspective, 24 (424 (424 (4), 159-178. Retrieved from http://www.jstor.org/stable/42705311
  • DEW, O. (2016). ZAINICHI CINEMA. [S.l.]: PALGRAVE MACMILLAN.
  • Gelb, T., & Palley, M. (Eds.). (1994). Women Of Japan & Korea: Continuity and Change. Temple University Press.
  • Goodman, R. (2002). Family and Social Policy in Japan. Cambridge: Cambridge University Press.
  • Ko, M. (2013). Japanese Cinema and Otherness. Florence: Taylor and Francis, p.170.
  • Lee, K. (2000). Overseas Koreans. Korea: Jimoondang Publ.
  • Lie, J. (2008). Zainichi (Koreans in Japan). Berkeley, Calif.: University of California Press.
  • Lie, J. Mal-reconocimiento, des-reconocimiento y re-reconocimiento: el caso de los zainichi. En: B. Guarné, ed., Antropología de Japón. Barcelona: Edicions Bellaterra.
  • Nobuko, K. and Wegmüller, A. (2008). A perfectly ordinary ethnic Korean in Japan: reprise. In: D. Willis and S. Murphy-Shigematsu, ed., Transcultural Japan. New York: Routledge.

Políticas migratorias de China y España entre los años 1980 y 2000.

•diciembre 21, 2018 • Deja un comentario

Introducción


Este trabajo se propone investigar y analizar la migración china a España dentro del periodo de 1980 al año 2000. Dilucidar los factores políticos y socioeconómicos de ambos países que ocasionaron tanto un crecimiento exponencial de la comunidad china en España, como un cambio en la visión del migrante en la República Popular China. Será crucial ver bajo qué proceso de cambios legislativos en relación a la movilidad transnacional,  fueron sometidos ambos países. Hay varias preguntas que nos vienen a la mente en relación a la ola de migraciones de chinos a España a partir de los años ochenta, por ejemplo a qué se debe el inicio de un cambio en las políticas durante el gobierno de Deng Xiaoping y que suponen estas medidas para la migración transnacional. Por otra parte es importante saber en qué situación se encontraba el estado Español en ese periodo y que cambios legislativos con el gobierno socialista de Felipe González se realizaron a nivel estatal, para que se diera lugar a una simbiosis para el proceso de migraciones chinas a nuestro país.

Políticas migratorias de la República Popular de China en los años setenta y ochenta


En este apartado se analizará principalmente las políticas migratorias llevadas a cabo por el gobierno de Deng Xiaoping durante las dos últimas décadas del siglo XX. Este análisis se divide en dos apartados, el primero consiste en las reconfiguraciones del gobierno chino con los chinos de ultramar mediante cambios graduales en las políticas y sobre todo el esfuerzo del gobierno chino por cambiar las concepciones de los migrantes chinos y por ende, los métodos que emplearon con tal de conseguir el máximo beneficio en el desarrollo económico. El segundo apartado se centra en el fenómeno de los “nuevos migrantes” (新移民), es decir, los que abandonaron China después de la apertura de 1978. El hecho de poder emigrar al extranjero fue gracias a las políticas sobre la entrada y la salida del país documentadas en la Ley de República Popular de China sobre la Administración de la Salida y Entrada de Ciudadanos, adoptadas en 1985 (中华人民共和国出入境管理法) (Barabantseva, 2005: 15). Por lo tanto, se va a ver que estos nuevos enfoques de las políticas generó una nueva oleada de migraciones a diferentes destinos y uno de ellos corresponde a España, sobre todo después de que se establecieran las relaciones diplomáticas chino-españolas en el año 1973.

Políticas enfocadas a la incorporación de los chinos de ultramar


Tal como se ha mencionado anteriormente, en los años setenta y ochenta hubo un reajuste de las políticas chinas en cuanto a los migrantes que vivían en el extranjero. El propósito principal de estas políticas fue para poder obtener recursos de los chinos en el extranjero y así aumentar las inversiones y las remesas a la República Popular China (Thuno, 2001: 914). Al reconocer oficialmente el estatus de los chinos de ultramar, se reconoció también su importancia en el aparato de modernizaciones que estaba llevando a cabo el gobierno de Deng Xiaoping. Caben destacar los siguientes puntos clave:

  • De 1977 a 1978 se celebraron una serie de conferencias nacionales para discutir una serie de asuntos relacionados con los chinos de ultramar y supusieron un cambio significativo tanto a nivel interior como exterior.
  • En las décadas anteriores a los ochenta, el discurso político oficial excluían a los chinos de ultramar al considerarlos dentro del paquete de las políticas anticoloniales. No obstante, durante la década de los años ochenta, el gobierno fue reconociendo progresivamente su interés en ellos y así reintroducirlos en el “nuevo sistema”. Una muestra de ellos fue la Constitución de 1982 que mencionaba la protección nacional de los ciudadanos chinos en el extranjero afirmando que «la República Popular de China protege los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos chinos que residen en el extranjero».
  • En la década de 1980, el gobierno se centró en llevar a cabo una serie de medidas para la protección de los parientes de los chinos de ultramar los cuales servirían de enlace que tendría el gobierno con los mismos dando como resultado la ley de 1990 en cuanto a los privilegios en materia económica y los derechos para mantenerlos en contacto con sus familiares que viven en el extranjero.

Como resultado del trabajo colectivo, en el período comprendido entre 1979 y 2000, el desarrollo de la política china en el extranjero dio lugar a la adopción de más de 360 leyes y regulaciones relevantes por parte de la República Popular de China y representa un intento gubernamental de institucionalizar diferentes áreas desde los órganos administrativos hasta las organizaciones no gubernamentales (Barabantseva, 2005: 11).

Políticas enfocadas a los nuevos migrantes


La ley más importante que facilitó la salida de los chinos al extranjero después de la apertura fue la adoptada en la 13ª Reunión del Comité Permanente de la Sexta Asamblea Nacional del Pueblo, promulgada por la Orden Nº 32 del Presidente de la República Popular de China el 22 de noviembre de 1985 y vigente a partir del 1 de febrero de 1986. Consistía en la concesión de pasaportes a aquellos ciudadanos que proporcionará una carta de invitación y patrocinio del extranjero (Biao 2003: 26).

Es importante resaltar que las relaciones y bilaterales entre China y el resto de los países del mundo fue también un punto a favor para los nuevos migrantes. Cabe recordar que los principales destinos fueron Estados Unidos, Japón, Canadá, Australia y Europa. Así pues, China y Estados Unidos establecieron relaciones diplomáticas el 1 de enero de 1979. Con Europa fue en 1975 cuando se iniciaron las relaciones diplomáticas de manera que, en 1978 y en 1985 se firmaron los acuerdos comerciales y de cooperación económica. Australia reconoció a la República Popular de China en el 21 de diciembre de 1972 iniciando una nueva era de relaciones bilaterales los cuales han ido creciendo considerablemente a lo largo de los años. También fue en los setenta cuando Pierre Trudeau, primer ministro canadiense, reconoció a la República Popular de China que se establecieron relaciones de amistad y Canadá es hoy día considerado el hogar de una gran diáspora china.

Llegado a este punto, y con tal de introducir el siguiente apartado, cabe mencionar las relaciones entre China y España se iniciaron en el año 1973 y en 1985 el entonces presidente del gobierno Felipe González realizó su primer viaje oficial a la República Popular de China acompañado de una importante delegación empresarial para abrir nuevas oportunidades comerciales en una nueva China.

tablachinos2000

Crecimiento económico de España en los años 1990


El progreso económico español de los años 1990 vino precedido por el desarrollo de la industria de los años 1960-1974, principalmente de la industria pesada, metalúrgica, de material de transporte, química, de maquinaria, de refino, de energía eléctrica y de papeleras. No obstante, la crisis del petróleo de 1973 perjudicó especialmente a la economía de España, un país sin recursos energéticos propios excepto el carbón.  Como consecuencia, en 1979 el gobierno español, ya en democracia, empezó a implementar hasta 1990 un conjunto de medidas de reconversión y reindustrialización para transformar la industria a sectores como la siderurgia integral, los aceros especiales y electrodomésticos, construcción naval, textil y componentes electrónicos para la automoción, calzado, acero común y forja pesada. Subsiguientemente, sin embargo, se sucedió una reducción del peso de la industria en la economía española al no poderse ultimar la reforma de la industria y, de forma simultánea, al haberse producido cambios estructurales en la demanda de productos y servicios. Por eso, en ese periodo el sector de servicios incrementó su importancia en el PIB de España de un 23% en el 1980 a un 30% en el 2000.

Políticas migratorias del PSOE


Los cambios sociales y el comienzo del Estado del bienestar que conllevó el fin de la dictadura en 1975, así como la incorporación de España en la Comunidad Económica Europea (CEE)  en 1986 propiciaron una etapa de crecimiento de la economía española. De este modo, en el periodo posterior a la recesión de 1990, desde el año 1995 a 2008, España registró un aumento del PIB del 6.9 por ciento. Al mismo tiempo, las economías europeos de los países del norte registraban las tasas de crecimiento económico más bajas de Europa. Consecuentemente, durante en los años el flujo migratorio cambió su destino a los países del sud de Europa. En ese mismo periodo, España, Grecia, Italia y Portugal aumentaron en 8’4 millones de personas extranjeras residentes.

Asimismo, el 1 de julio de 1985 el gobierno del PSOE de Felipe González (1982-1996) promulgará la primera Ley de Extranjería, la primera norma que consideraba y regulaba la migración a España y que fue ejecutada un año después mediante el Real Decreto del 26 de mayo de 1986. Principalmente administrativa, fue una ley similar a las de los demás países europeos y centrada en la vigilancia de las fronteras y la documentación requerida para residir, trabajar o ser expulsado.  En este último aspecto, a esta ley le fue interpuesto un recurso de inconstitucionalidad por el Defensor del Pueblo, sobre el cual el Tribunal Constitucional en 1987 emitió una sentencia que alteraría las condiciones de expulsión e internamiento y abría el camino al reconocimiento constitucional de los derechos de los extranjeros, como el de asociación y reunión. Posteriormente, el decreto de 1986 sería derogado por el Real Decreto del 2 de febrero de 1996, que unificaría los criterios administrativos de las anteriores disposiciones jurídicas, concretaría ciertos derechos de los inmigrantes y algunas medidas respecto a la integración, así como buscaría ofrecer una regulación más estable y reconocería los permisos permanentes de residencia. En definitiva, durante el espacio que comprende desde 1986, cuando España ingresa en la CEE, y 1996, cuando entra en el espacio Schengen (acordado anteriormente en 1985), hasta el año 2000, el país empieza gradual y progresivamente a ser percibido como un destino económicamente rentable e interesante para emigrar, concentrándose especialmente esa población de migrantes en los sectores de la construcción, del servicio doméstico, la agricultura y los servicios en general.

Como resultado, muchos de los chinos que habían elegido como primera destinación países dentro del espacio Schengen como Alemania, Italia o Francia, estimarán como alternativa atractiva otros países europeos dentro del mismo espacio de libre circulación de personas y con un destacado crecimiento económico, como el caso de España.

Conclusión


Ambos países se encontraban en un momento de cambio en el modelo de estado y el cambio en las políticas de los dos países fueron cruciales para que se acelerará a partir de los años 80 la llegada de chinos a España. Creemos también que la ideología jugó un papel fundamental. Por una parte tenemos a China que tras la muerte de Mao, el Partido Comunista Chino hace un cambio en la visión del emigrante y en su relación con el mundo, por la otra tenemos a España que tras salir de la transición y con una democracia joven tras solo una legislatura, empieza a gobernar el partido socialista de ideología poco conservadora y proteccionista que favorece la inmigración al país. Se dió así el clima ideal en ambos países para que se produjera ese crecimiento exponencial acelerado a partir de la década de los ochenta. España se configuró gracias a su situación de crecimiento económico y cambio político, en un lugar de acogida para estos migrantes, y China cambió su visión permitiendo así que estos migrantes de ultramar partieran, sin miedo a ser rechazados por su lugar de origen. Las políticas públicas de los gobiernos condicionan de manera fundamental la evolución de la migración.

Webgrafía

https://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag-72514/UNISCI15_Ospina.pdf Gloria Inés Ospina, UNISCI Discussions papers Num.15 (Octubre 2007), Universidad complutense de Madrid. Recuperado: 2 Diciembre 2018.

https://www.ine.es/prensa/cp_2017_p.pdf Instituto Nacional de Estadística. Recuperado: 5 Diciembre 2018.

http://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?path=/t20/e245/p04/provi/l0/&file=0ccaa002.px Notas de Prensa del Instituto Nacional de Estadística Datos de 2017 y 2016. Recuperado: 5 Diciembre 2018.

Bibliografía

Cambio estructural en España (1980-2000), Instituto Nacional de Estadística (2009), Carmen Ramos Carvajal y Luis Robles Teigeiro.

La política española de inmigración y los intereses económicos de España en el extranjero (2017), Rosa María Verdugo-Matés

Un balance tras 25 años de leyes de extranjería en España: 1985-2010, Revista del Ministerio de Trabajo e Inmigración (2010), Ángeles Solanes Corella.

Biao, Xiang. 2003. “Emigration from China: a Sending Country Perspective”, International Migration 41(3): 21-48

Barabantseva, Elena. 2005. “Trans-nationalising Chineseness: Overseas Chinese Policies of the PRC’s Central Government”, ASIEN 96 (Julio 2005): 7-28

Thunø, Mette. 2001. “Reaching Out and Incorporating Chinese overseas: The Trans-territorial scope of the PRC by the End of the 20th Century”, The China Quarterly 168: 910-929

 

Victor Santana Lacruz 

Xiuyuan Lu

Samuel Fernández Homs

 

 

Les escoles coreanes al Japó com a espai de construcció identitària

•diciembre 21, 2018 • Deja un comentario

Alba Ballester

Josep Santcristòfol

 

Des del Japó ens arriba la imatge d’una societat homogènia però, és realment així? Amb motiu de la nostra inquietud sobre les representacions identitàries i els processos migratoris, va sorgir la qüestió de les escoles coreanes al Japó. Les continues controvèrsies en relació al seu finançament i la reproducció d’aquestes inquietuds en produccions culturals com la pel·lícula Go[1] (2001), van desencadenar la recerca d’aquest article.

Així doncs, proposem  analitzar les escoles coreanes, en concret les de Corea del Nord, com espai de construcció i prescripció identiària. La nostra hipòtesis és que l’espai educatiu serveix a l’estat com un mecanisme de configuració identitària: on es transmet i reprodueix un model identitàri essencial amb el propòsit de reforçar el discurs de nació homogènia.

En primer lloc, convé esbossar el context històric-legal que engloba la problemàtica a estudiar. Si bé la presència coreana al territori japonès data prèviament a l’establiment de Tonggampu[2] i la consegüent colonització de facto de la Península Coreana, el moment àlgid d’intensificació de moviment migratori ve donat per la entrada de Japó a la Guerra Àsia-Pacífic amb el desenvolupament d’una economia de guerra i la necessitat de mà d’obra.

Malgrat l’adscripció de les colònies com súbdits de l’imperi, a nivell legal diferien en termes pràctics i burocràtics. El koseki[3] és un document legal que defineix la nacionalitat i la ciutadania japonesa en funció de tres determinants claus: la territorialitat, el ius sanguinis i el cap de família. És per això que la domiciliació de la família en territori japonès i el component sanguini japonès d’un dels progenitors determinen el koseki; per tant, la nacionalitat i, per consegüent, la ciutadania japonesa.

Recuperant la qüestió, els coreans, a nivell legal es consideraven súbdits japonesos, però de facto existia una diferenciació: no tenien koseki. Si bé, en ocasions els coreans que establissin residència permanent en una domicili japonès durant un any podien optar al Gaichi Koseki[4], aquest no proporcionava els mateixos drets i facilitats. A més de resultar inviable degut a la alta mobilitat interna, dins del Japó, a la qual estaven subjectes.

Amb la fi de la guerra i l’impacte de l’ocupació per part de les SCAP, en aquest context, sorgeixen els debats sobre les antigues colònies, qüestions identitàries i es proposa un nou  sistema de registre: la població es considerada com ciutadans (Jo, 2015). En el cas de la població coreana, es troben diferents vies legals: com ara la naturalització[5] o la possibilitat de Residència Permanent Especial; en el cas de voler establir-se com japonesos; o bé, adquirir la nacionalitat de Corea del Sud (Jo, 2015; Okano, 2011).

No obstant, els debats identitàris i l’estatus legal dels coreans residents al país es van intensificar. A més, es van produir aliances amb moviments d’esquerres i altres sectors com els Burakumin, en moviments coneguts com dôwa, per alçar la veu sobre aquestes qüestions i promoure la creació d’espais educatius adequats a les necessitats de la pluralitat interna (Gordon, 2006; Okano, 2011). Finalment, l’any 1992 el Govern d’Osaka va establir un fons d’inversió en suport a les escoles coreanes de la zona (Okano, 2011).

Com entenem la identitat condiciona la seva descripció legal, la projecció i interacció social de l’individu. Heu aquí un dels punts clau a l’hora d’entendre el paper de les escoles i el per què resulta problemàtic.  Les perspectives clàssiques són el primordialisme i l’instrumentalisme, emperò proposarem teories alternatives i complementaries per la anàlisis.

Des d’una perspectiva primordialista, la nostra identitat és fixa i ve donada per factors que escapen al nostre control: com l’entorn familiar i cultural o la llengua materna (Geertz, 1963). Dins d’aquesta perspectiva hi podríem encaixar dues propostes que, tot i que semblen oposades, es basen en un mateix principi essencialista. Per una banda, la via de la naturalització, que en última instancia significaria una assimilació total. El que no té en compte aquesta via és la relació de poder que s’estableix entre la cultura dominant i la minoritària; essent els coreans un sector que pateix estigma i discriminació  A més, aquest desequilibri de poders es reprodueix amb la impossibilitat de convertir-se a la cultura dominant, apel·lant a la burla de la mimètica quan s’intenta traspassar aquesta delimitació. Per altra banda, trobem el retorn a la seva coreanitat: la dels seus ascendents o la que recorden abans de migrar. El problema d’aquesta proposta és que el referent amb el qual fossilitzen la seva idea de “Corea” és una construcció, un miratge construït des de  la migració i amb elements escollits arbitràriament  (Hester, 2008).

En l’instrumentalisme el subjecte cobra més importància pel que fa a la seva construcció identitària. Així doncs, la identitat és fluida i, tot i que hi ha aspectes externs que la configuren, qui la construeix és en últim terme el propi subjecte (Barth, 1969). La primera proposta que podem emmarcar dins d’aquesta perspectiva va ser la de “viure com un zainichi” de Kim Tongmyun l’any 1979 (citat a Hester, 2008): consisteix en construir la identitat precisament a partir del terme Zainichi i la seva posició de marginalitat que aquest terme li proporciona; un ciutadà japonès, socialitzat en aquest ambient però alhora participant de l’altra cultura, la coreana, sense renunciar a la seva nacionalitat. El problema d’aquesta via està en la gran carrega política que conté el terme Zainichi, que impossibilita que sigui utilitzat com una eina de construcció identitària. En els últims anys la via dels “Korean-japanese” és la que està tenint més força. Sobretot entre els joves immigrants de segona i tercera generació, que es nacionalitzen japonesos a nivell legal per algunes facilitats socials que proporciona la ciutadania, però a la vegada mantenen el seu “orgull coreà”, : per exemple, mantenint el seu nom coreà (Hester, 2008).

Pel que respecta a les escoles, esdevé adient entendre la relació que s’estableix entre la visió primordialista i l’equació: identitat, educació i nacionalitat.

L’any 1965, el Ministeri d’Educació emet una circular on insta les prefectures a tractar a tots els nens dins del sistema educatiu exactament igual. Si bé al·ludeix  a la idea d’educació universal i d’igualtat hi opera una estratègia d’homogeneïtzació. L’instrumentalització  del respecte al dret a l’educació conjugat amb un fort accent en la convivència intensifica el problema educatiu i identitari, ja que prioritza la harmonia social en detriment del reconeixement i integració de la pluralitat interna (Guarné Cabello & Yamashita, 2015).

No va ser fins l’any 1991 quan el govern va emetre una circular on  especificava que no prohibia la creació de classes extraescolars especials de cultura i llengua coreanes (Okano, 2014). És interessant fixar-se com aquesta circular insisteixi en que “no prohibeix”. És a dir, reprèn la mateixa estratègia d’instrumentalitzar les polítiques educatives multiculturals i de drets universals a l’educació com estructures per reeixir el discurs que s’hi retransmet en el model oficial de la escola japonesa.

A més, hi ha un altre mecanisme que opera en l’invisibilització de la pluralitat: el focus en polítiques locals. Des del govern es delega la responsabilitat legal i administrativa als governs locals, com si fos un problema focalitzat i puntual. Les polítiques locals mai venen acompanyades d’una legislació estatal, el que fa que qualsevol mesura local, per molt efectiva que sigui, es vegi limitada. Per exemple, tot i que en molts casos els nens coreans se senten a gust dins del sistema educatiu japonès; ja sigui per interaccions dins de l’escola o dins la seva comunitat; prenen consciencia que aquesta igualtat que es promou en l’educació no s’aplica després al mercat laboral tot i tenir unes notes acadèmiques molt similars a les dels nens japonesos (Okano, 2004). Per aquest motiu, són les escoles o organitzacions locals les que han de estructurar xarxes de contactes i proposar mesures de discriminació positiva per facilitar les possibilitats laborals d’aquests nens.

Així doncs, les escoles funcionen com un mecanisme estatal d’identificació de les minories mitjançant la negació i adscripció identitària (Edmund Terence Gomez & Benton, 2015). Aquesta qüestió va més enllà de negar el dret a la ciutadania; sinó que en el cas de minories la discriminació treballa a nivell intern (Edmund Terence Gomez & Benton, 2015): no es nega el accés a la educació, però si que es presenten barreres financeres a les escoles o es deleguen responsabilitats als governs locals (Gordon, 2006; Okano, 2011)

A més, el fet d’estudiar en una escola japonesa o coreana té efectes a nivell social i laboral: cadascuna d’aquestes escoles proscriu una identitat a l’individu. A les escoles japoneses, s’adhereixen al currículum oficial d’homogeneïtat, se’ls adscriu, en alguns casos, com zainichi i a més no se’ls proporciona un medi on desenvolupar una identitat pròpia.   En zones amb alta població coreana o d’immigrants, no és tan problemàtica la diversitat i els professors estableixen estratègies per flexibilitzar el currículum oficial (Gordon, 2006) . Però a altres zones, prefereixen que no se sàpiga que són coreans, i passar desapercebuts (Okano, 2004).

Per una altra banda, les escoles controlades per l’organització de Corea del Sud (Mindan) no són problemàtiques pel govern japonès ja que funcionen com escoles extraescolars, pel que no entren en conflicte amb el currículum oficial, i per tant no posen en perill les estructures estatals de reproducció de la idea d’una societat homogènia. En canvi, les escoles controlades per l’organització de Corea del Nord (Chongryun) són problemàtiques per dos motius: entren en conflicte amb el currículum acadèmic japonès i es veuen afectades per la posició de Corea del Nord a les Relacions Internacionals. En aquest sentit, els fluxos de conflictivitat entre Corea del Nord i Japó repercuteixen directament en la percepció de les escoles i els estudiants.

Aproximadament un 10% dels nens coreans assisteixen a aquestes escoles, per tant, és la principal alternativa a entrar en el sistema educatiu japonès. De la mateixa forma que l’escola japonesa té uns trets essencialistes que ja hem comentat, les Chongryun, amb un currículum que ve definit directament de Pyongyang, també. Per exemple, i es pot veure -tot i que certament exagerat fins al punt de casi una caricatura- a la pel·lícula Go (2001), els estudiants només poden parlar coreà dins del campus. Consegüentment, així com en el moment de triar l’escola japonesa, ja se li està adscrivint una identitat al nen, també succeeix el mateix al entrar a l’escola de Corea del Nord. Aquesta no es presenta com un lloc de diversitat i de confluència de les dues vessants identitàries, sinó que es reforça una -la coreana- en detriment de l’altra -la japonesa-. A més, es reprèn la idea de  coreanitiat; com un miratge que recupera elements arbitraris sobre la cultura i identitat de Corea del Nord i a més nega l’altre vessant amb la qual està en contacte el nen: el Japó

En l’anàlisis realitzat sobre les escoles coreanes al Japó, s’han identificat dos punts claus: la visió essencialista de la identitat i la equació: identitat, educació i nacionalitat. Si bé, en el cas de les escoles japoneses és un fet que està integrat en la pròpia estructura acadèmica, aquesta dinàmica opera en les de Corea del Nord. Es remet la idea d’una visió essencialista de la identitat a través del currículum i s’invisibilitza altres esferes o vessants que poden estar presents en l’alumnat: per exemple, estudiar coreà però sentir-se a l’hora en consonància amb la vessant japonesa.

 

Notes 

[1] Kurosawa, M. (Productor), & Yukisada, I. (Director). (2001). Go [Pel·lícula] . Japó: Toei Company

[2] 통감부 (Tonggampu)  Lit. Resident General de Corea

[3] 戸籍 koseki lit. registre domiciliari.

[4] 外地戸籍 gaichi koseki. 外地 gaichi lit. terres estrangeres.

[5] Aquestes propostes es van endegar a causa de les pressions internacionals sobre l’estatus de les poblacions minoritàries. No obstant, la via de la naturalització resulta inviable o poc probable a nivell pràctic. I, per una altra banda, la 特別永住者tokubetsu eijûsha Residència Permanent Especial resulta problemàtica per l’ús del terme Zainichi, entre altres.

 

Bibliografia

Barth, F. (1969). Ethnic Groups and Boundaries. London: Allen and unwin.

Geertz, C. (1963). The Integrative Revolution: Primordial Sentiments and Civil Politics in the New States. En C. Geertz (Ed.), Old Societies and New States: The Quest for Modernity in Asia and Africa (pp. 107-113). New York: Free Press.

Gomez, E. T., & Benton, G. (2015). Belonging to the nation : generational change, identity and the Chinese diaspora. (E. . Gomez & G. Benton, Eds.). Routledge.

Gordon, J. A. (2006). Assigned to the margins: Teachers for minority and immigrant communities in Japan. Teaching and Teacher Education, 22(7), 766-776. https://doi.org/10.1016/J.TATE.2006.04.028

Guarné Cabello, B., & Yamashita, S. (2015). Introduction. Japan in Global Circulation: Transnational Migration and Multicultural Politics. Kenkyu Hokoku (Bulletin of the National Museum of Ethnology), 40(1), 53-69.

Ha, K. H. (2015). Between Ethnic Minority and Diaspora: Zainichi Koreans in the era of Global War on Terror. UC San Diego . Recuperado a partir de https://escholarship.org/uc/item/8cz4g8zw

Hester, J. T. (2008). Datsu Zainichi-ron: An emerging discourse on belonging among ethnic Koreans in Japan. En N. H. H. Graburn, J. Ertl, & R. K. Tierney (Eds.), Multiculturalism in the new Japan : crossing the boundaries within (p. 252). Berghahn Books.

Jo, G. (2015). Beyond the criticism of assimilation: rethinking the politics of ethno-national education in postwar Japan. Inter-Asia Cultural Studies, 16(2), 174-191. https://doi.org/10.1080/14649373.2015.1037070

Okano, K. H. (2011). Ethnic Koreans in Japanese schools: shifting boundaries and collaboration with other groups. En R. K. Tsuneyoshi, K. H. Okano, & S. S. Boocock (Eds.), Minorities and education in multicultural Japan : an interactive perspective (p. 272). Routledge. Recuperado a partir de https://www.routledge.com/Minorities-and-Education-in-Multicultural-Japan-An-Interactive-Perspective/Tsuneyoshi-Okano-Boocock/p/book/9780415559386

Les escoles japoneses

•diciembre 20, 2018 • Deja un comentario
Miquel Haro Vilatersana
Allison Mora Jacome
Dámaris Sancho Dolcet

 

Les escoles japoneses son poc conegudes per la gent que viu en Catalunya encara que en podem trobar dos d’aquestes a escoles. Per aquesta raó ens hem proposat investigar sobre aquestes, plantejant un seguit de preguntes orientades a com son les famílies que s’estableixen aquí,  com es l’educació dels nenes y nenes en aquestes escoles japoneses y la relació que estableixen amb la societat d’acollida. A més, la diferència que existeix tant amb el currículum de les escoles catalanes y japoneses que fa que els pares escullin les escoles japoneses per sobre les catalanes.

Aquestes escoles japoneses van començar durant els anys 50, amb la primera al Sud-est asiàtic, y es van continuar obrint més durant els anys següents per Àsia y Estats Units, especialment i, es va intensificar en els anys 80, gràcies el fenomen de la Globalització i el creixement de fenòmens com la deslocalització d’empreses o, la internacionalització d’aquestes mateixes.

Les escoles japoneses son el eix que connecta els fills dels empresaris amb Japó perquè segueixen no tan sols un currículum establert pel govern del país Nipó, també intenta mantenir la mentalitat japonesa en costums i modalitat de vida japonesa. Els alumnes que van a aquesta escola son fills d’empresaris que han sigut traslladats al país que els rep per les seves empreses amb perspectives de retornar al Japó.

Les famílies que es traslladen al país de destí acostumen a estar conformades per pares japonesos o bé, una de les dues parts, normalment la dona, es d’un altre país. Per aquest motiu  els pares prefereixen les escoles japoneses, encara que pot presentar una discussió entre les famílies composes per parelles interracials. Però, la principal raó de l’assistència d’aquests nens y nenes a les escoles japoneses es la visió de futur de retornar al Japó y continuar els seus estudis superiors y per tant, han de seguir el mateix currículum estudiantil per tenir les mateixes oportunitats com els que hagin crescut al Japó y es puguin adaptar el ritme d’exigència educativa.

Les escoles japoneses son un mitja imprescindible per als emigrants japonesos de classe alta que s’han de desplaçar a països estrangers per un període relativament curt de temps. La raó principal per aquests desplaçaments és la feina, normalment del pare de la família. A l’àrea metropolitana de Barcelona en podem trobar dues diferents: una a Sant Cugat i l’altre a la mateixa ciutat de Barcelona. En aquest treball analitzarem característiques que les distingeixen de la resta d’escoles de l’àrea, així com les raons per les quals son tan imprescindibles per aquestes famílies basant-nos principalment en l’escola japonesa de Barcelona.

Com ja hem dit anteriorment, aquestes escoles estan pensades per emigrants japonesos que es veuen obligats a desplaçar-se per raons laborals però ho faran de manera temporal ja que, normalment, es tracta d’alts càrrecs d’empreses japoneses que son destinats fora del seu país d’origen. Aquest fenomen es va començar a donar als anys 80 i 90 amb la deslocalització de les empreses. Moltes empreses japoneses van començar a obrir sucursals a ciutats d’altres països entre les que es trobava Barcelona. Per aquesta raó, moltes vegades s’envia a alts carrers de la seu central al Japó cap a altres ciutats per revisar el correcte funcionament de les filials o per dur a terme projectes molt concrets o molt complexos. En qualsevol dels dos casos, mai es quedaran de forma permanent.  A més, se’ls sol desplaçar amb tota la família per un tema cultural. Aquest fet suposa que en cas de tenir fills en edat escolar, necessiten un mitjà que els hi garanteixi la continuïtat dels estudis una vegada tornin al Japó.

Les famílies japoneses que viuen fora del seu país de manera temporal tenen certa tendència a l’aïllament, el qual s’acaba traslladant a l’educació. El Japó té una política molt estricta respecte a la continuïtat dels estudis dels nens en edat escolar. És molt fàcil que el sistema rebutgi que l’estudiant pugui continuar els estudis superiors universitaris si no es considera que ha seguit un currículum adequat. Tot a causa de la por al trencament de la homogeneïtat que hem comentat anteriorment. Moltes famílies, per garantir la continuïtat dels estudis y la mentalitat japonesa intacta, acaben escollint l’educació particular dels seus fills. D’aquests manera s’asseguren que l’educació i els valors que se’ls hi inculquen als seus fills son els adequats i que seran acceptats una vegada tornin al Japó.

Les escoles japoneses estan pensades per facilitar la readaptació dels nens una vegada tornin al Japó. Cosa molt important per a les seves famílies, sobretot per a l‘escola secundària on hi ha una alta competitivitat entre els alumnes. Aquesta readaptació s’aconsegueix gràcies a que les escoles japoneses mantenen en pràcticament tota la seva totalitat, el currículum educatiu del govern japonès.

Una vegada aquests nens tornen al seu país d’origen, es troben amb que al Japó hi ha certa tendència a tractar diferent als nens que han viscut fora. Per qüestions culturals i la forta idea d’homogeneïtat que hi ha al país, es sol veure allò que ve de fora i no encaixa amb aquesta mentalitat com a “anormal” o desfavorable. Això especialment rellevant en el tema del idioma, ja que no ser capaç de parlar un

japonès perfecte al Japó es considera en certa manera com un hàndicap. A aquest fet, se li ha de sumar que el coneixement d’un altre llengua no és especialment reconegut com a quelcom favorable més enllà de en situacions molt concretes.

Seguint aquesta idea de homogeneïtat, és molt important pels nens quan tornen al Japó el poder reincorporar-se, ja no només al sistema educatiu, si no també a la societat d’origen, sense mostrar cap tret que els diferencien dels altres japonesos per tal de no ser considerats com a estrangers. A més a més, és important que se’ls hagi educat en el l’orgull de ser japonès i els que es consideren els valors morals tradicionals del país.

Es per aquestes raons que les escoles japoneses tenen tendència a actuar com a una bombolla que ajuda a les famílies que estan aquí de manera temporal a mantenir l’entorn japonès i la seva cultura de la manera més intacta possible per a que, una vegada tornin, es puguin incorporar a la societat sense cap mena de problema. A més a més, hem de tenir en compte que per la mentalitat japonesa tot el que no sigui japonès es temporal, de manera que els pares troben innecessari sacrificar la japonesitat en favor d’una altra cultura en la que no romandran més de cinc anys i que no aportarà res de valor per als seus fills una vegada tornin al seu país d’origen.

Les característiques diferenciadores més profundes de les escoles japoneses es veuen de manera més clara  en l’àrea de la ideologia lingüística. Afecta de manera directa com consideren professors i famílies cada llengua, tant a nivell curricular com d’aprenentatge dels nens. Els nens més conscient o inconscientment posaran més o menys esforç en funció de aquestes consideracions.

Si bé a les escoles de Sant Cugat o Barcelona les llengües vehiculars son el Català i el Castellà en una divisió igualitària amb un ensenyament residual de l’anglès, a les escoles japoneses la llengua vehicular i principal a nivell d’hores d’ensenyament es el japonès. És la llengua que es considera imprescindible per als nens. Si un nen mostra un coneixement insuficient de japonès, a causa de l’escassetat de personal però també de la gravetat de l’assumpte, el mateix director de l’escola assumirà personalment la responsabilitat de igualar el seu nivell al de la resta mitjançà una sèrie de redaccions curtes.

Respecte a l’anglès, es veu com un idioma de molta importància. Els pares pensen que es igual de necessari per als seus fills que el japonès, i per tant els hi transmeten la seva inquietud, el que es tradueix en un estudi més intens per part seva. Si s’escau, moltes famílies incorporen un professor particular d’anglès a casa. Això es deu a que tot i tenir un pes molt gran a nivell ideològic, a nivell d’hores d’ensenyament a l’escola té exactament el mateix pes que el castellà o el català: unes dues hores a la setmana.

Totes les llengües, apart de la japonesa que té un règim diferent, es divideixen en tres nivells: Nivell llindar, nivell intermedi, i nivell avançat. Però aquests nivells tot i escalar de qui no té un coneixement en absolut fins a qui assisteix a una escola bressol local o té un professor particular i per tant pot mantenir converses molt més complexes, no són representatius de la realitat: on els alumnes en la seva majoria tenen un nivell llindar o mitjà. Fins al punt de que no es senten segurs per anar a comprar sols utilitzant el castellà. El seu nivell d’anglès, a causa de les escasses hores d’ensenyament, no dista molt del dels nens locals que no van a escoles especialitzades o disposen de professors particulars.

Com la temporalitat de l’estada és tant imperant en la mentalitat de les famílies, el Castellà només es veu com una llengua comuna de comunicació, i el català com un dialecte local inservible. El castellà comparat amb l’anglès, per tant, tot i ser vist a nivell ideològic com una llengua objectivament inferior, finalment acaba tenint el mateix pes curricular que l’anglès. Això es a causa de que a nivell d’hores impartides son pràcticament les mateixes. El català resta com una llengua pràcticament oblidada, i, de fet, només està considerada com una assignatura optativa.

En conclusió, les escoles japoneses existeixen com un mitjà per garantir la reincorporació als estudis de Japó de aquells nens i nenes fills de pares en alts càrrecs d’empreses japoneses amb filials repartides pel món. El currículum japonès és molt tancat i el govern no permet cap desviament, això és molt important sobretot a  la hora d’incorporar-se a l’escola secundaria ja que sol estar envoltada d’un ambient molt competitiu per part dels estudiants. A més, és molt important tenir en compte que la societat japonesa es regeix per la idea de la homogeneïtat segons la qual tots els japonesos han de seguir un estàndard concret. És per això que va néixer l’idea d’escoles japoneses. Aquestes escoles fan de bombolla de manera que els nens i nenes que hi estudien mantenen la seva cultura original i se’ls inculca l’orgull de ser japonesos així com un coneixement del idioma fonamentals si volen incorporar-se sense problemes al Japó una vegada hi tornin. És per aquesta raó que aquestes famílies que es veuen amb la necessitat de desplaçar-se temporalment a causa del treball del pare, solen decidir matricular als seus fills i filles en aquestes escoles.  El seu objectiu és que l’estada a l’estranger no signifiqui el desarrelament i el rebuig dels nens, si no que sigui el més nutritiva possible sense moure’s gaire de les idees culturals japoneses.

 

Bibliografia

  • Pinillos Matsuda, Derek Kenji. «Los Principios De Las Políticas Educativas En Japón Sobre La Atención A Los Estudiantes Con Raíces En El Extranjero: Una Comparación Con Las Políticas Educativas Sobre Inmigrantes De Australia Y Francia». Educación 27, no. 52 (2018): 119-139. doi:10.18800/educacion.201801.007.
  • Gainey, Peter, and Curtis Andressen. «The Japanese Education System: Globalisation And International Education». Japanese Studies 22, no. 2 (2002): 153-167.
  • Fukuda, Makiko. «El Col·Legi Japonès De Barcelona: Un Estudi Pilot Sobre Les Ideologies Lingüístiques D’una Comunitat Expatriada A Catalunya». Treballs Sociolingüística Catalana 18 (2004): 221-228.
  • Fukuda, Makiko. «Language Education In A National School Abroad In A Bilingual Society: A Case Of Japanese School In Catalonia». Language And Intercultural Communication 18, no. 6 (2018): 648-662.

Diàspora japonesa a Filipines als segles XVI-XVII

•diciembre 19, 2018 • Deja un comentario

 

Diàspora japonesa a Filipines als segles XVI-XVII

Primers contactes del Japó amb Europa

Joan Jacob Garcia Ochs

Silvia Pons Andreu

 

Introducció

 

El principal motiu que en duu a l’estudi d’aquesta experiència migratòria histórica, és la importància que van tenir les Filipines com el primer lloc on van coincidir europeus (principalment espanyols i portuguesos) i japonesos. Les Filipines van constituir un dels exemples paradigmàtics d’aquell primer contacte, que es va reduir dràsticament a inicis del segle XVII degut a la política del Sakoku dels Tokugawa; on no només tenim actors europeus o japonesos, sinó que tambè trobem la població indígena de les illes i migrants procedents de multitud de països de l’Àsia, atrets pel creixent comerç.

Centrant-nos en l’experiència japonesa, explorarem quina va ser la seva experiència global a les illes, des d’un primer moment fins que decideixen trencar aquest contacte. Aquí destacarem com el que era un dels marges del món per al Japó, de sobte es va convertir en l’inici d’un mon exterior molt més ampli, amb les implicacions que allò va tenir després amb la societat japonesa a l’arxipèlag.

La primera pregunta que sorgeix, és quin tipus de relacions es van establir entre tots els grups que trobem dins aquest context, resaltant el paper de japonesos i espanyols. Entenent que aquestes relacions no es van limitar simplement als contactes a Filipines, sino que influeixen directament la societat japonesa, i per tant la decisió de tancar el Japó de la gran majoria del contacte exterior. Situació prolongada durant gairebé 200 anys.

pasted image 0.png

Primera imagen conocida de Manila. Museo Julio Bello y González, Puebla, México.

 

 

Context històric. Del Nanyo a la colonització espanyola.

Les primeres referències en textos japonesos a les Filipines es remunten centenars d’anys abans de la colonització espanyola. Era una terra coneguda com a Nanyo, literalment “terres del sud”, i en un inici va constituir una zona destinada a l’emigració d’aquells que havien perdut per un motiu o un altre els vincles tradicionals al Japó, destacant els samurais que s’havien quedat sense senyor per un motiu o altre. D’altra banda, prompte va ser també la zona perfecta per a convertir-se en el punt de connexió entre el comerç japonès i el del sud de la Xina (Molina, 2007). Destaca la escassa població que hi havia, especialment a les àrees costaneres, junt amb la gran quantitat de recursos i ports naturals. La unió d’aquests factors va portar a que a principis del segle XVI la zona del nord de Filipines (Luzon) fos un dels principals refugis per als wokou, pirates que atacaven les rutes comercials amb la Xina principalment. En aquest sentit, una de les primeres impressions que van tenir els espanyols dels japonesos va estar unida irremeiablement a la pirateria.

Les Filipines van començar a formar part de l’Imperi Espanyol el 24 de juny de 1571, sota el comandament del governador Legazpi. L’Imperi administrava les seves colònies sota les lleis de “La Encomienda”, que, a grosso modo, consistia en l’organització dels indígenes en comunitats sota control d’un cap espanyol, amb l’objectiu principal de cristianitzar-los. Es tractava d’un intercanvi de favors, on els habitants entregaven part de la seva collita, o de la seva força de treball en el cas de les mines o altres feines extractives, a canvi se’ls proporcionava defensa legal davant una possible sobreexplotació, i una educació on els valors cristians eren protagonistes.

Així, Manila es va convertir en una ciutat multiètnica, on s’hi trobaven tan filipins i espanyols, com xinesos i japonesos, i moltes més minories procedents d’altres regions asiàtiques properes o d’altres colònies de l’Imperi. La ciutat tenia un sistema de protecció de muralles a partir del qual s’ubicaven les diferents ètnies. Posseïa també un fort sistema d’administració, i d’aquest mode la badia de Manila suposava un punt clau per al comerç mundial com a punt d’enllaç entre Àsia Oriental, Europa i la part occidental d’Amèrica.

Amb la colonització espanyola, la zona propera a Manila va aconseguir una millora de condicions de vida, sobretot en termes d’higiene, amb el consegüent creixement demogràfic de la població tant dintre de les muralles (intramurs), com de les zones d’extramurs més pròximes al riu Pàsig. Del 1600 al 1640 es va passar de 10.000 a 80.000 habitants nadius (Gomà, 2012).

 

 

Organització dels japonesos a Filipines, de la pirateria als suburbis de Manila.

 

Els primers assentaments dels quals hi ha constància de japonesos a les Filipines va ser a través de la pirateria, a finals del segle XVI. Es tracta dels anomenats wokou, pirates mercaders japonesos, que realitzaven intercanvis de plata per or. Els seus destins principals eren Cagayan, Lingayen i Manila. A partir del 1580 trobem un augment del número de japonesos, i això va provocar les sospites del govern espanyol sobre els motius reals de la seva migració, apart es va crear una desconfiança, donada pels atacs pirates anteriors i per la hostilitat al Japó cap als missioners cristians espanyols i portuguesos. Els primers residents japonesos estables van donar-se en 1585, sota el govern al Japó de Hideyoshi, moment històric en què hi havia desconfiança mútua entre els dos governs.  

Quant a l’organització de la població a Manila, trobem que en primer lloc, els japonesos i els xinesos migrants van tenir permís per a establir-se dins dels marges de la muralla i tenen llibertat de moviment i residència, però quan el número de migrants va en augment, el govern espanyol de la Nueva España elabora polítiques de limitació d’assentaments de grups no-europeus, perquè temen per la seva seguretat i per a una possible revolta asiàtica. Així doncs, van establir la zona d’intramurs com a recinte reservat a l’elit colonial, com a emblema de poder polític i religiós espanyol, de manera que van realitzar grans construccions per manifestar la seva superioritat ètnica. La zona d’extramurs, en canvi, va esdevenir el lloc de residència de les altres ètnies, i estava ordenada espacialment a partir d’esglésies cristianes.

En el cas dels habitants japonesos, hi va haver una segregació dels seus barris perquè no es poguessin organitzar en detriment de les autoritats espanyoles. A part, hi havia un fort control de les activitats econòmiques japoneses, tant de residents com de visitats.

Quant a l’organització dels filipins, van establir-se en els anomenats “arrabales”, els quals van tenir un sorgiment espontani i sense planificar, en forma de quadrícula.

Al 1592, es va decidir ubicar els japonesos al suburbi de Dilao, que es troba a l’est dels intramurs de Manila. Aquest territori estava sota la tutela dels monjos franciscans. Se’ls van confiscar les armes i se’ls va limitar el pas per la ciutat. Al 1595 trobem referència d’aproximadament 1.000 residents en Dilao (Borao, 2005). Durant mig segle van conservar les seves tradicions i les relacions entre japonesos i espanyols pareixien millorar. Però, amb el tancament del Japó va cessar el número de residents.

pasted image 0 (1).png

Localització dels assentaments. Plano de Manila, de fray Ignacio Muñoz (1671). Archivo General de Indias, Filipinas, 86.

 

 

Polítiques migratòries i relació amb l’exterior.

 

En un primer moment, com ja hem vist, la diàspora japonesa en Filipines no tenia un control específic per part de ningú al Japó, sobretot degut a la caiguda del shogunat Ashikaga l’any 1573 i els 30 anys posteriors de lluites internes. Així doncs, la major part dels japonesos que hi trobem eren comerciants que buscaven un rèdit econòmic, o bé els primers conversos al cristianisme que viatjaven allà per poder conèixer més a fons la seva nova fe. L’única política administrativa d’aquests anys que es pot examinar és la dels espanyols, que en un primer moment podia ser recelosa dels japonesos pel seu passat com a pirates, però que en tot cas no els afecta especialment degut al seu escàs nombre, i a que serveixen com a pont amb el Japó en un moment on el principal esforç espanyol a l’arxipèlag era el dels jesuïtes i les seves missions cristianitzadores.

Durant l’any 1595 les relacions d’ambdós països es van tensar novament. Hi va haver persecucions de cristians al Japó, a més, els japonesos van suspendre els seus viatges a Manila i els residents de Dilao van iniciar el seu retorn. Al cap d’un temps, al 1603, torna a haver-hi constància d’un assentament de 500 japonesos (Borao, 2005). Amb la pujada al poder de l’emperador Ieyasu hi va haver un intent de millora de les relacions comercials amb els espanyols. Es va posar en funcionament el sistema suinsen: llicències de segell vermell que donaven autorització a una sèrie de vaixells per a comerciar amb els ports filipins. A més, els japonesos van resultar de gran ajuda pels espanyols en nombroses missions territorials d’aquests últims. També, l’emperador va donar el seu beneplacet a l’execució de japonesos que es revoltessin en contra les autoritats espanyoles.

Cap al 1615 fins el 1623 trobem un creixement exponencial dels migrants japonesos a Manila, passaren de 1.500 a 3.000 residents (Borao, 2005). La meitat d’aquests eren fugitius de les persecucions de cristians que estaven tenint lloc al país nipó.

Un exemple a destacar de col·laboració militar entre els japonesos i els espanyols, fruit de les relacions d’Espanya amb l’emperador Ieyasu és l’anomenada Rebel·lió Sangley. Etimològicament, Sangley significà descendent mestís de xinès i filipí. Va tenir lloc a la tardor de 1603, per l’arribada de tres mandarins de visita de la Xina continental, i això va ser vist com a amenaça de conquesta. Arrel d’això, els xinesos a Manila van ser separats en grups de 300 individus. Trobem una ambigüitat sobre qui va donar el primer moviment violent. Va acabar amb 20.000 xinesos morts (Borao, 1998)

Cap als anys 1620s, sense una explicació clara, el shogunat va trencar les relacions amb Manila, que s’esforçava per mantenir-les. I va ser el 1624 quan es va donar el cessament formal de les relacions, i l’expulsió dels expedidors i missioners espanyols del Japó. Va haver-hi, arrel d’aquest fet, un debat a la Cort espanyola sobre si seguir realitzant viatges per a fer circular la paraula de Déu al Japó. A pesar d’aquesta tensa situació, seguien arribant japonesos a Manila, ja que la situació diplomàtica era ambigua. Un exemple el trobem en l’arribada el 1630 de les ambaixades de Nagasaki i Satsuma sense l’aprovació imperial.

Finalment, aquesta situació deriva en la política de tancament del Japó el 1633: la política Sakoku. Destaquem en el Decret de 1636 els següents articles:

Article 2: Es prohibeix als japonesos anar a l’exterior secretament. Càstig amb pena de mort.

Article 3: Japonesos que visquin a l’exterior han de tornar. Càstig de pena de mort.

Article 4: Investigacions dels cristians.

Article 5: Denunciadors dels “padres” reben 200-300 peces de plata.

Article 7: Si es descobreixen estrangers del sud difonent religió cristiana, seran detinguts.

Article 8: Revisions curoses dels vaixells que arribin perquè no transportin cap “padre”.

(Traducció de J. E. Borao, 2005: Charles R. Boxer, The Christian Century in Japan, University of California Press, 1951, p.439.)

Així doncs, els japonesos habitants del barri de Dilao varen sortir de Manila i retornaren al Japó. Els que van quedar-se varen ser els cristians, per la situació favorable que tenien a aquest territori per la seva religió. A més, es va donar la cancel·lació de la política del segell vermell.

 

 

Conclusions

 

En primer lloc, hem trobat com tot i tenir un inici complicat degut als wokou, les relacions entre la comunitat japonesa i la espanyola mai van ser especialment contradictòries, però sense ser tampoc àmplies. El factor comercial va ser clau en un primer moment, donant lloc a una migració que tampoc generava vincles amb la comunitat on es vivia; en canvi seria el factor religiós el que donaria inici a un major contacte, fins al punt de servir com un dels punts de partida previs a les dues ambaixades japoneses a Europa, que no es tornaran a donar fins al 1862.

L’altra conclusió que es pot extreure és com arran del xoc cultural dins del Japó provocat pels jesuites, i que té rèpliques dins de les comunitats transnacionals a Filipines, el recent govern japonès decideix tancar totalment el contacte amb l’exterior. El fet que l’únic port que va quedar obert fos als holandesos, i només destinat al comerç, deixa clar que el principal problema que s’havia generat per als japonesos era el qüestionament de la seva concepció tradicional del món vinculada al budisme i al que será conegut com a shintoisme. Això, unit al maniqueisme catòlic, on tot allò que no encaixa dins de la seva propia concepció del mon era qualificat com a heregia (i més en un context de guerres religioses a Europa), va ser sens dubte una de les principals motivacions que van tenir els Tokugawa a l’hora de decidir promoure la seva política aislacionista, representada en el Sakoku.

 

Bibliografia

-Borao, J.E., 2005. La colonia de japoneses en Manila en el marco de las relaciones de Filipinas y Japón en los siglos XVI y XVII. Cuadernos CANELA 17, 25-53. Recuperat de: http://www.canela.org.es/cuadernoscanela/canelapdf/cc17borao.pdf

 

-Gomà D., 2012: Control, espacio urbano e identidad en la Filipinas colonial española: El caso de Intramuros, Manila (siglos XVI-XVII). Revistes Científiques de la Universitat de Barcelona, Vol. 16. Recuperat de: http://revistes.ub.edu/index.php/ScriptaNova/article/view/14807

 

-Molina Azurin, A., 2007: The Japanese in our Midst: An Exploratory Analysis of the Experiences of Japanese Migrants/Settlers in the Philippines. Article de: Exploring Transnational Communities in the Philippines, edited by Miralao V.A. & Makil L.P. Recuperat de: https://trove.nla.gov.au/work/7894220?q&versionId=9103218

 

-Borao, J.E. 1998: The massacre of 1603: Chinese perception of the Spaniards and the Philippines. Itinerario, vol. 23, no.1 pp.22-39. National Taiwan University. Recuperat de: https://www.cambridge.org/core/journals/itinerario/article/massacre-of-1603-chinese-perception-of-the-spanish-in-the-philippines/E262D1B53DD0BBD92E00034D1D02D68A

 

Consolidación de una cultura hibrída en Hawaii tras movimientos revolucionarios

•diciembre 13, 2018 • Deja un comentario
Ana Belén Ferrón
Nuria Luque

Historia de Hawaii

Debido a su ubicación geográfica en el norte del Océano Pacífico, Hawaii ha sido uno de los destinos más cotizados a nivel de movimientos migratorios.

Tras la llegada al archipiélago en los siglos XII y XIII de una ola de inmigrantes de Tahití, se produjo una colonización sobre sus habitantes, que causó una homogeneización de la población y cultura. Así mismo, se desarrolló un sistema social basado en las castas, regido por diversos tabúes religiosos que se conocían como “sistema kapu” -en el cual si se cometía una infracción de tipo corporal eran severamente castigados-.

Siglos más tarde, sin embargo, todo este sistema se vio afectado con la llegada de los europeos en 1778 bajo las órdenes del comandante James Cook; que rebautizó las islas con el nombre de “Islas Sándwich”.

hawaii-isla.jpg

Mapa de las islas de Hawaii; créditos de imagen a Francisco Ortiz.

Siguiendo esta línea y teniendo en cuenta que Hawaii está formado por un gran conjunto de pequeñas islas, el archipiélago estuvo durante muchos siglos dividido entre clanes con diferentes líderes hasta que ocurrió la unificación del territorio en 1810 bajo el mandato del gobernante Kamehameha I. Tras consolidar un nuevo estatuto y hacer reformas sobre la tenencia de la tierra, en marzo de 1874 Hawaii firmó el “Tratado de Reciprocidad”. Mediante este acuerdo con Estados Unidos, los estadounidenses obtenían de forma exclusiva todos los derechos comerciales, permitiendo la importación -libre de impuestos- del azúcar de caña y arroz a Estados Unidos a partir de 1876.

El auge de la venta de ambos cultivos, ocasionó una alta demanda de trabajadores en las plantaciones locales y a pesar de que lo más normal era contratar a hawaianos, no habían suficientes debido a enfermedades como la fiebre tifoidea, la viruela o sífilis, que causaron una disminución de población vertiginosa. De hecho, se calcula que de los 800.000 indígenas que vivían en la isla, en el año 1800 el número se había reducido hasta 250.00 y en 1860 menos de 70.000.

Por este motivo los dueños de las plantaciones comenzaron a buscar en el extranjero a nuevos trabajadores acostumbrados a trabajar largas jornadas, iniciándose así una afluencia masiva de inmigrantes procedentes de Asia. En un primer momento llegaron sobretodo de China, pero posteriormente tras la anexión a Estados Unidos en 1898, fueron los japoneses los que ocuparon el primer lugar.

La primera ola de migración japonesa sucedió en 1868, cuando 148 japoneses (141 hombres, 5 mujeres y 2 niños) llegaron a la isla bajo la supervisión de un empresario norteamericano. Se estima que entre los años 1885 y 1924 emigraron a Hawaii un total de 200.000 japoneses, de entre los cuales un 45% optó por no regresar a su país de orígen y por lo tanto, permanecieron como residentes. Tal y como hemos comentado anteriormente, se dedicaban a trabajar en las plantaciones de caña de azúcar durante largas horas por un sueldo mínimo y condiciones más bien precarias. Normalmente procedían de zonas pobres como Okinawa o Kyûshû, e inicialmente viajaban con un contrato de 2 o 3 años para ahorrar dinero y posteriormente regresar a Japón. Pero en la realidad, muchos de ellos no obtenían las ganancias suficientes y decidían alargar la estancia, o bien, emigrar hacia otras zonas de Estados Unidos. (Eiichiro Azuma, 2000)

Con tal de garantizar y proteger los intereses de los emigrantes japoneses, el gobierno de Japón impuso ciertas reglas en las actividades de las compañías y en 1893 se creó la Sociedad de la Colonización. En la siguiente década, 61.000 habitantes de los 154.000 que formaban el total de población -con tan sólo 34.000 nativos- eran japoneses.

Estos diferentes grupos de inmigrantes asentados en las plantaciones, crearon su propia lengua (pidgin) y conformaron una singular comunidad que a la larga transformó Hawaii en una sociedad multicultural y multiétnica.

pidgindiag.70.jpg
Imagen que muestra la formación del idioma hawaiano mediante la influencia de otras lenguas

Fue entonces cuando ante el miedo a una posible invasión, comenzaron a propagar ideas xenófobas y a aplicar políticas que perjudicaban y discriminaran a los trabajadores extranjeros, sobretodo los de procedencia asiática ya no solo japoneses sino chinos, filipinos, etc. Que cada nacionalidad podía cobrar diferente a otra dependiendo del trato que tuvieran con Estados Unidos o el interés de los “líderes” en los campos. Bajo el eslogan de “peligro amarillo” nació en San Francisco sobre 1905 una de las primeras asociaciones anti-asiáticas que llegó a afiliar a más de 80.000 miembros, los cuales pretendían crear una campaña para atraer mano de obra barata de distintas procedencias que no fuera Ásia como por ejemplo Brasil.

Mediante la proclamación de la Ley de Inmigración en 1924, la llegada de asiáticos comenzó a limitarse y sólo los filipinos podían acceder a Hawaii. Esta exclusividad fue trasladándose a otros países como por ejemplo Canadá, Chile o México; provocando que la emigración japonesa se desviara hacia Brasil o Perú. Posteriormente con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, aproximadamente el 50% de los japones que vivían en Hawaii fueron reclutados para luchar a favor de Estados Unidos.

Gracias al cambio de política que se produjo en 1965, fue posible que Hawaii volviera a abrirse y se retomaron grandes flujos de personas entre Asia y Estados Unidos.

Movimientos revolucionarios

Centrándonos en los movimientos revolucionarios que involucraron a los trabajadores de las plantaciones en Hawaii, una de las primeras huelgas sucedió en 1920, donde se movilizaron tanto los trabajadores filipinos como japoneses, causando 12 millones de dólares en pérdidas a las plantaciones de la caña de azúcar. Ante esta situación se hicieron una serie de mejoras y aumentaron el salario de 4$ a 20$ al mes, pero seguía siendo insuficiente. (Wright Hillel, 2014)

Además apareció una nueva categoría de trabajadores conocidos como los kippari, que en su sueldo se les sumaba un extra en función de la rapidez con la que lo hacían (0,10$ al día). Al contrario de la idea de causar una mejora, la situación laboral fue a peor, ya que aumentó la competencia interna y rivalidad entre los trabajadores.

En 1924 de nuevo, unos 13.000 trabajadores filipinos se declararon en huelga y se alargó durante ocho meses hasta que mediante la violencia murieron varios trabajadores y policías en la masacre de Hanapepe. De los 66 huelguistas, 60 recibieron castigos o fueron condenados a prisión. Posteriormente en Washington, estos incidentes en las plantaciones presionaron para aflojar las restricciones legales a la inmigración. Además, queriendo evitar la unión y ayuda entre trabajadores filipinos y japoneses, comenzaron a buscar mano de obra en otros países que no fueran los asiáticos.

Dos décadas más tarde en 1946 se repitió la huelga, pero esta vez hubo una colaboración entre los trabajadores sin importar su etnia. Tras causar casi 15 millones de dólares en pérdidas, consiguieron ser los trabajadores agrícolas mejor pagados de Estados Unidos.

Sugar_mill_in_Hawaii_sd.jpg

Plantación en Hawaii de la caña de azúcar sin trabajadores. Fotografía extraída de las bibliotecas de la Universidad del Sur de California y la Sociedad Histórica de California.

Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, gran parte de los japoneses residentes en Hawaii, fueron enviados como soldados del bando estadounidense para combatir en las batallas del Pacífico y Europa. Tras la guerra muchos de ellos fueron gravemente heridos, sufrieron mutilaciones, traumas psicológicos o acabaron sin vida. Agravando la situación, en Hawaii se creó una gran masa de corrientes xenófobas hacia los japoneses, que fueron desplazados y marginados en la sociedad, sufriendo desigualdades en ésta, sin tener ninguna ley que les protegiera y siendo siempre secundarios ante los nativos de la isla. (Takabuki,1998)

Por lo que, después del gran trauma e impactante vivencia que estos japoneses-estadounidenses habían pasado tras dejar a miles de sus compañeros muertos, y otros miles heridos para defender el país, creían tener la necesidad de ser valorados y recompensados por su gran esfuerzo y valentía. Además, querían ser considerados iguales a los nativos tras demostrar lealtad hacia el país, conseguir la proclamación de leyes que les permitieran mejorar su calidad de vida y vivir en armonía.

Por ello, tras acabar las batallas aquellos que se hacían llamar “veteranos Nisei” regresaron con el objetivo de conseguir esos cambios en la política y adquirir un estatus superior al que poseían antes. Su gran lema y meta era “un lugar bajo el sol”, donde reflejaban claramente su deseo de conseguir una posición reconocida y digna en la sociedad hawaiana.

Como muchos de los Nisei eran gente importante en la sociedad japonesa-americana, fueron muy bien acogidos y seguidos por todos aquellos que querían tener un apoyo con el que sentirse identificados, para así sentir que podían formar parte y crear fuertes uniones que les permitiera esa introducción y aceptación en la sociedad -tanto económica como política-. De esta forma, se fue asentando un movimiento por parte de los japoneses que desembocó en protestas y diversos actos de desobediencia civil en los que pretendían conseguir esta igualdad. El auge de este movimiento llegó en 1954 mediante la Revolución Democrática, que pretendía iniciar una nueva era más homogénea y poner fin a las desigualdades sociales y laborales. (Takabuki,1998)

Conclusión

Los movimientos migratorios ocurridos durante estos 200 años, en su mayoría podrían ser llamados asentamientos ya que muchos de los japoneses que viajaron hacia Hawaii con un contrato laboral y un ideal de mejorar su economía familiar, nunca regresaron a Japón. Con el tiempo y la falta de grandes beneficios para rehacer su vida en su país de origen, optaron por quedarse en el extranjero. De esta forma, fomentaron un crecimiento -no solo en su economía familiar- sino también contribuyendo favorablemente la propia economía de Hawaii, creando lazos con las nuevas generaciones y haciendo posible una gran y rica mezcla de culturas que aún hoy en día perdura en la cultura de los hawaianos.

A pesar de que actualmente se puede reflejar en su sociedad esta integración híbrida de culturas, el proceso para conseguir una igualdad fue bastante complicado. Los trabajadores japoneses que emigraron en busca de una mejora en su calidad de vida, se enfrentaron a desigualdades sociales por su orígen étnico, sin llegar a ser considerados del todo ciudadanos de Hawaii. Así mismo, tampoco tenían derechos civiles, médicos ni laborales; cobrando sueldos muy bajos en condiciones pésimas. El hecho de sufrir los estragos de políticas injustas y contratos laborales precarios, impulsó la formación de grupos entre los propios trabajadores asiáticos, que se ayudaban mutuamente sin tener que depender del gobierno local.

Con el paso del tiempo y la desmejora de la situación ante las ideas xenofóbicas que llegaban a Occidente, comenzaron a producirse los primeros movimientos revolucionarios por parte de los trabajadores. Mediante diferentes protestas y huelgas, exigían mejoras salariales y también el derecho a ser reconocidos como íntegros ciudadanos con derechos, consiguiendo la proclamación de las primeras leyes que regulaban los movimientos migratorios y favoreciendo a la igualdad entre los residentes y extranjeros.

Podríamos decir por tanto, que cuando la situación laboral se vio favorecida y los salarios subieron, hubo un acercamiento entre los diferentes grupos étnicos.

Actualmente se estima que hay entre 255.000 y 275.000 hawaianos nativos viviendo en Hawaii, la mayoría de los cuáles tienen menos de un 50% de sangre pura. Según las estadísticas del Censo Norteamericano, habían 1.108.229 habitantes viviendo en Hawaii. De los cuales, 369.616 eran caucásicos, 247.486 eran descendientes de japoneses, 168.682 de filipinos, 138.742 de hawaianos y 68.804 de chinos. Es decir, que con el paso del tiempo el flujo migratorio todavía sigue presente y muchos japoneses siguen viajando hacia el archipiélago por los propios vínculos generacionales y culturales que les atan a ello, ya que se sienten parte de ello o que sus raíces y familias han formado parte de toda aquella cultura. Como resultado, Hawaii no sólo es un estado con gran diversidad étnica, sino que también acoge una fuerte multiculturalidad mediante la cual ha construido su propia tradición y cultura híbrida.

BIOGRAFÍA

Matsuo Takabuki, An Unlikely Revolutionary: Matsuo Takabuki and the Making of Modern Hawai’i (Honolulu: University of Hawaii Press, 1998).

Webgrafía

Matsumoto, J.Alberto. (2014) Los inmigrantes japoneses: las huellas que han dejado en 100 años. [Disponible en:http://www.discovernikkei.org/es/journal/2014/6/10/nihonjin-kaigaiijyu/]

Van Sant, J. E. (2000) Pacific pioneers: Japanese journeys to America and Hawaii, 1850- 80. Urbana: University of Illinois Press. [Disponible en: https://www.press.uillinois.edu/books/catalog/48gyt8xr9780252025600.html]

Okamura, J. Y. (2001). Pacific Pioneers: Japanese Journeys to America and Hawaii, 1850-80 (review). Journal of Asian American Studies 4(1), 92-95. Johns Hopkins University Press. [Disponible en: https://muse.jhu.edu/article/14619]

Kelli Y. Nakamura. (2016)  Varsity Victory Volunteers. Densho Encyclopedia: Revolution of 1954. [Disponible en: http://encyclopedia.densho.org/Revolution_of_1954]

Introducción a la Antropología Social y Cultural: Japoneses en Hawaii. (2016) [Disponible en: https://gaoantropologia.wordpress.com/2017/05/18/grupo-1-japoneses-en-hawaii/]

Lonely Planet: Historia de Hawaii. (2017) [Disponible en: https://www.lonelyplanet.es/america-del-norte-y-central/estados-unidos/hawai/historia]

Eiichiro Azuma. (2000) Japanese American National Museum: Breve Sinopsis Histórica de la Emigración Japonesa, 1868-1998. [Disponible en: http://www.janm.org/projects/inrp/spanish/overview_sp.htm]

Hawaii History: Japanese laborers arrive. (2017) [Disponible en: http://www.hawaiihistory.org/index.cfm?fuseaction=ig.page&PageID=299]

Japanese American History from Early Immigration to Present Time. (2016) [Disponible en: http://www.discovernikkei.org/ja/nikkeialbum/albums/392/slide/?page=2]

Wright, Hillel. Aloha Gozaimasu: Japan’s influence on Hawaii culture. (2014) [Disponible en: https://www.japantimes.co.jp/life/2014/04/26/travel/aloha-gozaimasu-japans-influence-hawaiian-culture/#.W6Nzn3szbIU]